
Al arrancar el siglo, cuando mejoró considerablemente la conexión a Internet, muchos profesionales independientes se dieron cuenta de que no necesitaban una oficina: podían trabajar desde cualquier lugar que contará con WiFi. Al principio, los cibercafés atraían a muchos de estos free lancers, sin embargo, en ciudades como Berlín o San Francisco, comenzaron a surgir […]




