Se denomina “japonismo” a la influencia que tuvo el arte del país del sol naciente en corrientes estéticas occidentales como el impresionismo, el modernismo e incluso el cubismo. Para muestra, recordemos el retrato que Manet hizo de Émile Zola en el que observamos en el fondo una estampa japonesa o las copias de grabados nipones que realizó uno de sus más devotos coleccionistas: Van Gogh.
Ante la importancia de este movimiento, la editorial Taschen decidió publicar un libro, como solo la editorial podía hacerlo. Se trata de “Japanese Woodblock Prints”, edición en formato XXL, que recoge toda la sensualidad, libertad y belleza de la xilografía japonesa, un arte en el que encontramos algunas de las ideas más disruptivas del arte moderno, mucho antes de que llegaran a Europa.
El libro reúne 200 estampas de maestros como Hokusai, Utamaro e Hiroshige, en las que encontramos actores de kabuki, paisajes, luchadores de sumo, cortesanas, demonios y fantasmas. Se trata de imágenes que van de lo cotidiano a lo erótico y de lo marcial a lo mitológico.
Pero no olvidemos que se trata de un libro de Taschen, por lo que era de esperar que ocultara sorpresas como los siete desplegables que incluye y que se tuvieron que doblar a mano debido a su tamaño y características.
Sin duda, una obra extraordinaria.
En el Museo del Palacio de Bellas Artes, la exposición La utopía inacabada celebra la trayectoria de Jorge González Camarena, uno de los grandes muralistas de la segunda generación mexicana. A través de más de cien obras, esta muestra invita a descubrir a un artista profundamente comprometido con su tiempo y con una paleta que hace vibrar el lienzo como si estuviera vivo.
Su mural Liberación (1963), encargado especialmente para el recinto, sirve como punto de partida para recorrer su universo plástico: idealismo postrevolucionario, formas dinámicas y un colorido audaz que se aleja del dramatismo para abrazar la esperanza.
Quizás no sea coincidencia que Jorge fuera hermano de Guillermo González Camarena, el inventor de la televisión a color. Si uno llevó los colores al mundo a través de la tecnología, el otro los imprimió con fuerza en los muros de nuestra memoria colectiva. Ambos imaginaron un México más brillante.
La utopía inacabada es una invitación a redescubrir a un artista que soñó en colores y cuya obra sigue dialogando con el presente. Visítala y déjate llevar por una visión que, aunque inconclusa, sigue encendiendo la imaginación.
Al mirar una fotografía de Sebastião Salgado es difícil no detenerse. Sus imágenes tienen el poder de hablar sin palabras: capturan la belleza, la dureza y la dignidad de lo humano con una profundidad pocas veces vista. Tras su reciente fallecimiento, rendimos homenaje a uno de los grandes maestros de la fotografía documental y social.
Economista de formación y fotógrafo por destino, Salgado dedicó su vida a contar historias que necesitaban ser vistas. Historias de trabajadores, migrantes, comunidades olvidadas y paisajes en peligro. Su cámara fue su voz, y con ella defendió la humanidad, la memoria y la naturaleza.
Entre su legado, destaca Workers, un libro monumental que documenta con sensibilidad y respeto la vida laboral en minas, campos y fábricas de todo el mundo. Publicado en los años 90, sigue siendo hoy una obra imprescindible para comprender la transformación del trabajo en la era moderna. Un testimonio visual que honra la fuerza del esfuerzo humano y la poesía que se esconde en la rutina diaria.
En Casa Palacio celebramos su vida y su obra recomendando esta edición excepcional, que forma parte de nuestra selección. Porque algunos libros no solo se leen: se contemplan, se sienten, se recuerdan.
Adquiere Workers de Sebastião Salgado en nuestra selección de diseño y arte.
La Fundación Antoni Tàpies presenta Mis caminos son terrestres, la primera gran retrospectiva en Europa de Marta Palau (1934–2022), artista nacida en Lleida y formada en México, país que fue su hogar y centro de creación. Esta muestra es también un reconocimiento internacional a una figura clave del arte contemporáneo latinoamericano.
La obra de Palau se despliega en tapices, instalaciones textiles y dibujos que exploran temas como el exilio, el cuerpo, la tierra y la sanación. Su lenguaje, profundamente personal y simbólico, surge de su experiencia como migrante y de su conexión con técnicas artesanales ancestrales del continente americano.
Formada con el maestro textil Josep Grau-Garriga, supo unir tradición y vanguardia, creando piezas que hilan lo íntimo y lo colectivo. La tierra, en su obra, es cicatriz pero también refugio.
Coproducida con el MUAC (UNAM), la exposición viajará a México en otoño, reforzando el puente que Marta Palau tendió entre culturas.
En Casa Palacio celebramos esta exposición como una oportunidad para redescubrir a una creadora imprescindible, mexicana por adopción, cuya obra nos recuerda que el arte, como la tierra, guarda, transforma y da vida.
El Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), ubicado dentro del icónico Centro Cultural Universitario de la UNAM, presenta una nueva exposición que invita a recorrer cinco décadas de trayectoria artística de Magali Lara, una figura clave del arte contemporáneo en México.
La muestra, titulada Cinco décadas en espiral, no sigue un orden cronológico tradicional. En cambio, propone una lectura inversa: inicia con dos murales realizados especialmente para esta exposición y, a partir de ahí, retrocede en el tiempo hasta llegar a los primeros dibujos de Lara en los años 70. Esta estructura —que remite a una espiral— permite descubrir cómo su obra ha ido construyendo un lenguaje visual íntimo, explorando temas como el cuerpo, la escritura, el paisaje y las emociones desde una perspectiva profundamente personal y feminista.
El recorrido atraviesa distintos soportes: dibujo, pintura, tapices, libros de artista, cerámica, animación y más. En cada uno, Lara experimenta con el espacio, el color y el gesto, generando un diálogo entre técnica, forma y afecto.
No sólo es una de nuestras artistas favoritas en Casa Palacio, también nos encanta el Centro Cultural Universitario y sus fantásticos ejemplos de arquitectura brutalista. Y ya, para redondear la experiencia, recomendamos visitar el Espacio Escultórico a tan solo unos pasos.