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¿Pueden considerarse ecológicos los textiles plásticos? La marca Chilewich, dice que sí, siempre y cuando se cuente con certificados verdes que garanticen que un producto y el proceso para fabricarlo son amigables con el medio ambiente. De hecho, esta empresa estadounidense, famosa por sus textiles de vinyl tejido, fue pionera en la certificación de sus procesos, pues sabía que al usar un plástico, al consumidor le preocuparía que sus productos no fueran seguros y su huella ecológica fuera inmensa. Esto llevó a Chilewich a operar bajo lo que llamaron su Manifiesto Verde: una serie de importantes iniciativas medioambientales. Por ejemplo, la empresa ha eliminado el uso de plástico obtenido del petróleo hasta en un 90% y lo ha remplazado por materiales totalmente libres de químicos tóxicos y que cuentan con un porcentaje de materia vegetal biodegradable o de botellas de PVC recicladas. En total, el porcentaje de materia prima reciclada que se encuentra en una pieza de Chilewich es del 55%. ¿Lo mejor? Al ser productos de larga vida, no terminarán al poco tiempo en la basura; basta invertir en ellos una vez en muchos años, con lo que estamos tomando una decisión de compra inteligente que disminuye nuestra huella de carbono. El Manifiesto Verde instituido por Chilewich les ha valido contar con los más importantes certificados verdes de la industria, como el GREENGUARD, que otorga el Greenguard Environmental Institute de EEUU y el Green Level Plus que cuenta con el reconocimiento de U.S. Green Building Council. Por si todo lo anterior fuera poco, no olvidemos lo que más nos gusta de la propuesta de Chilewich: sus estupendos diseños que los hacen un básico de interiorismo. No en balde se trata de una de las piezas que seleccionamos para la iniciativa Casa Sustentable. Descubre esta y otras marcas sustentables en nuestras tiendas.
El nombre Bernardo significa “valiente como un oso”. Sin duda, valentía es lo que se necesita para luchar por el medio ambiente y las especies amenazadas. Valiente también es un amigo que llegó desde Italia con la ilusión de ser parte de nuestros espacios. No es un oso, es un panda y se llama “Bernardo”.
“Bernardo” es una escultura de la artista italiana Elena Salmistraro, quien lo imaginó como el jefe de una tribu y de ahí su armadura y pintura en el rostro. Nosotros agregaríamos que se trata de una tribu de la que también somos parte: el planeta. De hecho, no olvidemos que el panda es el símbolo de la WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza, por sus siglas en inglés).
Elena Salmistraro diseñó a “Bernardo” para Bosa, la firma italiana que ha revolucionado la cerámica italiana. La intención de esta colaboración es que la escultura no solo decore, sino también nos invite a hacer consciencia de la importancia de cuidar a las especies con las que compartimos nuestra casa común.
Pegunta por “Bernardo” (en sus dos versiones), pero también por otros de los personajes del sorprendente universo de Bosa que son parte de la selección de Casa Palacio.
Hace poco tuvimos la oportunidad de platicar con Silvia Ramírez, diseñadora y fundadora de la marca de textiles Muzaluci. Puedes conocer más de ella y su inspiración aquí. Por lo pronto, de la selección de productos de su firma que llegaron a Casa Palacio, en esta ocasión te queremos hablar de sus alucinantes manteles. ¿Los conoces?
Wildbirds
Se trata de un homenaje a las aves del planeta, especialmente aquellas que viven en los bosques tropicales. Este estampado nos remite a los dibujos con los exploradores de otros tiempos, registraban sus observaciones de la flora y fauna.
Selva Vintage
Un ecosistema virgen habitado por animales provenientes de todo el mundo: así es este modelo, sin duda alegre, alucinante y que hace de la mesa un espacio para contar una historia.
Savage
Nos encanta este diseño: es surrealista, atrevido y un tanto sensual. Sin duda, es el mantel que necesitas para darle un toque sexy a la mesa.
Mar del cielo
Esta inesperada reunión de criaturas en un universo mágico, inspiró uno de nuestros recientes montajes en tienda. Hablamos de la mesa de Sanjacinto.
Black Butterfly
Este diseño que celebra a las mariposas, tiene algo de misterioso. Esa sensación la lleva a la mesa, invitándonos a realizar un montaje espectacular.
Desde hace 150 años, esta firma ha marcado el camino a seguir no solo para el diseño danés, sino para el que se hace en todo el mundo, y es que no se puede entender el estilo escandinavo, el ‘mid century’ o la modernidad misma, sin hacer referencia a Fritz Hansen.
Gracias a sus colaboraciones con mentes maestras del diseño como Arne Jacobsen, Poul Kjærholm y Hans Wegner, Fritz Hansen más que simple mobiliario, nos ofrece objetos icónicos, muchos considerados por la crítica como clásicos del diseño. Tomemos por ejemplo sus sillas…
La marca fabricó su primer silla en 1872. Desde entonces y desde entonces ha hecho de un mueble ordinario, algo extraordinario. Entre sus clásicos están “Gran Prix” un diseño de Arne Jacobsen lanzado en 1957. Esta pieza recibe su nombre porque recibió el premio Gran Prix en la “Trienale” de Milán.
“Drop”, también de Arne Jacobsen, es otra de las piezas con la que Fritz Hansen reinventó la silla. En este caso, se trata de un diseño creado ex profeso para el SAS Royal Hotel de Copenhague.
Los años 70 arrancaron y el estilo ‘mid century’ quedaba atrás, sin embargo, el gran Arne Jacobsen seguía estando un paso adelante, y es que al inicio de la década presentó la sorprendente silla “Lily”, una pieza que muchos consideran el pináculo de la carrera del diseñador.
Las formas que encontramos en el mundo natural suelen ser los mejores ejemplos de diseños funcionales e inteligentes. Tomemos el hexágono, figura que encontramos en los panales de las abejas, una estructura que se distingue por su estabilidad, por ahorrar material y maximizar el espacio.
Inspirándose precisamente en los panales, el diseñador Taeke Halma concibió para la firma Slide, el sistema modular “Hexa”, un librero… pero también un estante o incluso un elemento que separa diferentes ambientes.
Al igual que un panal, cada módulo de “Hexa” se interconecta y relaciona, así, se pueden colocar tantos como la imaginación dicte para resolver las más complejas necesidades, desde dividir espacios hasta guardar libros.
Desde luego este sistema no está elaborado en cera como ocurre en un panal, sino en polietileno, lo que lo hace muy duradero. Definitivamente estamos ante una pieza única, muy versátil y que ofrece soluciones útiles y estéticas a cualquier espacio. ¿No es una pieza fascinante?