Vivimos el retorno a los básicos. Quizá los humanos nos hemos equivocado tanto, que regresamos a las primeras formas. En la cocina sucede; el microondas y la fast food están ya casi en el olvido. Ahora queremos todo de la tierra a la olla. Y, si ya regresamos en el tiempo con los alimentos, ¿por qué no lo haríamos con los utensilios? Las cocottes de Le Creuset son ollas que, además de aportar a nuestra cocina una estética tradicional y colorida, funcionan magníficamente para cocinar slow food. Sí, son lo que usaban nuestras abuelas para cocinar con calma, en una época donde la calma estaba en la cocina. Desde guisos sencillos hasta pan, la cocotte le da un mejor sabor… Tal vez sea por sus materiales de alta durabilidad (duran toda la vida) o más probablemente porque requieren de la cocina lenta y paciente de antes.
Lo que es un hecho es que, si disfrutas cocinar, necesitas al menos dos ollas pequeñas; las encuentras en tamaño individual, lo que te permite cocinar poco, por ejemplo, unas zanahorias rostizadas, para acompañar una carne o un pollito al horno. Te conviene que sean delgadas y cortitas; si no lo son, cortarlas a lo largo. Después de lavarlas, no las peles: ponlas directo en la cocotte y rocíalas con un poco de aceite. En el modo broiler, las horneas por 10 minutos y luego las volteas hasta que la piel esté inflada y dorada. Agrega sal, pimienta y un poco de perejil para decorar. O prepara un mini soufflé de papas. Corta con una mandolina una papa mediana en rebanadas súper delgadas. Remoja las rebanadas en agua por media hora, para que no se oxiden y se vuelvan cóncavas. Reserva entre seis y ocho rebanadas de tamaño similar. Recubre la cocotte con media cucharadita de mantequilla, para que no se peguen las papas, y empieza a hacer capas de papa hasta la mitad de la ollita. Sazona cada capa con un poco de sal, pimienta y mantequilla. Puedes agregar queso parmesano o crema, si no van con un platillo muy pesado. Las rebanadas que separaste son para formar una cúpula hasta arriba, las sazonas también y luego horneas todo a 250ºC durante 20 minutos. Si quieres, puedes dorarlas en el broiler al final.
Las cocottes también sirven muy bien con platillos más consistentes, como unas almejas con jitomate o una mini lasaña. Para las almejas, primero haces la salsa: rebanas cuatro jitomates a lo largo y los pones en un recipiente para horno junto con media cebolla, un diente de ajo y dos ramitas de tomillo fresco. Sal, pimienta y un chorrito de aceite de oliva. Horneas 20 minutos a 250 C, o hasta que la cebolla esté transparente y los jitomates colapsados. Licúala o machácala como frijoles. ¡Lista! Ahora enjuaga (detenidamente y sin dejar rastro de arena) 20 almejas vivas (ojo: que no estén abiertas ni se abran después de un par de golpes en la cubierta de la cocina). Sirves la salsa dividida en cuatro cocottes, le agregas un chorrito de vino blanco a cada una, pones cinco almejas para cada quien, tapas y horneas hasta que se abran las ostras (como 15 minutos). Aguas con las tapas de las lindas ollitas, queman muchísimo. Las almejas que no abran, tíralas. Decora con perejil picado y servir con pan. Y para la lasaña, primero asa una calabaza en rodajas y 10 champiñones o setas en rebanadas. Condimenta y reserva. Ahora, pasa las láminas de lasaña por agua hirviendo hasta que se ablanden, y pártelas en mitades para que queden cuadradas. Ponle aceite o mantequilla a la cocotte, una lámina de pasta como base, luego una capa de calabaza y champiñón, y un poco de salsa de tomate (es la misma receta de las almejas). Ahora sí que esto es al gusto: échenle queso mozzarella, salsa bechamel o crema, aunque también pueden ser veganas. Repetir el proceso una capa más y cerrar con una lámina de pasta. Puedes decorarla hasta arriba con la verdura que te sobre. Hornea por 15 minutos a 250ºC. Obviamente, el relleno puede variar con la verdura que prefieras o tengas en el refri, o también puede ser de carne molida.
Espera en una próxima entrega la segunda parte de este texto.
Imágenes: Ana Lafambroise, Daniel Almazán @Photo Apartment
En Casa Palacio celebramos a los grandes nombres del diseño contemporáneo, y uno de los más admirados es Patricia Urquiola. Nacida en Oviedo y formada en Milán, tuvo la oportunidad de trabajar con el icónico Achille Castiglioni, una experiencia que marcó el inicio de una trayectoria excepcional.
Urquiola ha sabido desarrollar una visión propia: su diseño es emocional, innovador y profundamente humano. A través de formas orgánicas y materiales cuidadosamente elegidos, crea piezas que invitan al uso cotidiano sin perder sofisticación. Su enfoque combina técnica con sensibilidad, y una clara preocupación por la sostenibilidad y la vida real.
A lo largo de su carrera ha colaborado con algunas de las marcas más reconocidas a nivel internacional. En Casa Palacio nos honra contar con piezas que Patricia ha diseñado para firmas como Flos, Vitra y Alessi: lámparas icónicas, muebles con alma y objetos cotidianos que elevan cualquier espacio.
Estas colecciones son una muestra del espíritu lúdico e inteligente que define su obra. Más que diseñar productos, Urquiola crea experiencias, invita al diálogo con el espacio y aporta calidez a través del buen diseño.
Descubre su mundo creativo en nuestras tiendas y transforma tu casa con el sello inconfundible de Patricia Urquiola.
Pocas figuras en el diseño actual tienen una voz tan reconocible —y celebrada— como la de Jaime Hayón. Nacido en Madrid y formado en la prestigiosa escuela de diseño Fabrica, fundada por la marca italiana Benetton, este artista-diseñador ha creado un universo donde conviven el arte, la ironía y el diseño funcional con un lenguaje juguetón y absolutamente personal.
Con un sentido del humor único, Hayón transforma objetos cotidianos en piezas que sorprenden y hacen sonreír. Ya sea a través de formas orgánicas, colores atrevidos o guiños casi caricaturescos, su trabajo siempre despierta emoción. Este enfoque se hace evidente en sus numerosas colaboraciones con firmas internacionales, donde crea ingeniosas obras, o revisita clásicos con irreverencia. Un gran número de estas marcas se encuentran en Casa Palacio –de la misma manera que muchas de las piezas de este magnifico diseñador–. Lladró, Bosa, Nanimarquina, Fritz Hansen o Baccarat, son solamente algunas de las casas con las que ha colaborado.
Cada pieza de Hayón lleva su sello: una mezcla de fantasía, calidad artesanal y diseño contemporáneo que transforma los espacios en escenarios vivos y expresivos.
En Casa Palacio celebramos a este creador inclasificable. Te invitamos a descubrir sus colecciones en nuestras tiendas y dejarte sorprender por el lado más divertido del diseño.
Sabemos que elegir lo mejor toma tiempo… Por eso, Casa Palacio extiende el Hot Sale por un día más. Hoy, 4 de junio, es la última oportunidad para aprovechar nuestras promociones exclusivas en diseño, estilo y tecnología para tu hogar.
Esta extensión es ideal para quienes buscan renovar su vida con lo último en electrodomésticos inteligentes, pantallas de alta gama, equipos de sonido y más. Ya sea que quieras una cafetera con precisión barista, un robot de cocina de última generación o una bocina que también sea un objeto de diseño, este es el momento.
Recuerda que las promociones aplican exclusivamente en productos seleccionados, hasta agotar existencias, y que los descuentos pueden variar según forma de pago. Consulta términos y condiciones en tienda y en nuestro sitio web.
Hoy es el último día para transformar tus espacios con tecnología de alto diseño. Y como siempre, nuestros interioristas recomiendan elegir piezas que combinen estética y funcionalidad.Visita nuestras tiendas Casa Palacio para más ideas.
¡Haz de tu hogar el mejor lugar para estar!
Subwoofer blanco Sub 4 de Sonos
Maquina de café espresso Krups
Lámpara de piso diseñada por Philippe Starck para Flos
Barra de sonido Ambeo de Sennheiser
Después de 25 años de dejar huella en Palacio de Hierro y ser una figura clave en la creación de Casa Palacio, Teodoro Rodríguez inicia una nueva etapa. Su partida marca el cierre de un ciclo extraordinario, pero también nos recuerda cómo una visión clara, apasionada y valiente sigue transformando el panorama del diseño e interiorismo en México.
Arquitecto de formación, heredero de una tradición familiar en la fabricación de mobiliario, Teodoro ha sabido unir herencia y vanguardia. Su forma de entender el diseño –como un lenguaje, una experiencia, un estilo de vida– ha sido esencial para consolidar a Casa Palacio como un referente en interiorismo contemporáneo.
Gracias a su liderazgo, Casa Palacio ha dejado de ser solo una tienda especializada en mobiliario para convertirse en un espacio de ideas, conceptos y propuestas que inspiran una nueva manera de habitar. Ha propuesto ambientes que cuentan historias, donde conviven lo icónico con lo emergente, lo artesanal con lo radical. Ha impulsado una curaduría que celebra el diseño sin etiquetas, reuniendo a marcas internacionales y talentos locales bajo una visión que privilegia la emoción, la propuesta y el carácter.
El impacto de Teodoro no termina con su salida. Sigue vivo en cada ambiente que inspira, en cada cliente que descubre nuevas formas de habitar, en cada colaborador que continúa su ejemplo de compromiso y excelencia.
Hoy, Casa Palacio le dice gracias. Por su entrega, por su visión, por todo lo que ha hecho posible y por lo mucho que aún está por venir. ¡Hasta pronto, Teo!