A finales del SXIX, en pleno porfiriato, muy cerca del centro de la ciudad y en lo que eran los terrenos de la Hacienda de la Teja, surgió uno de los barrios más bellos, exclusivos y elegantes de la ciudad: la colonia Juárez. Oficialmente se inauguró en 1898, pero fue en los primeros años del SXX que se construyeron las grandes mansiones. Como en la época de Don Porfirio todo lo francés causaba furor en la clase alta mexicana, obviamente la arquitectura de la colonia remitía al país galo, por lo que la colonia se transformó en una pequeña Europa.
Lamentablemente, como pasó con muchas colonias céntricas, tras el terremoto de 1985 comenzó su deterioro, y ante la falta de preocupación por preservar la arquitectura capitalina, muchas de sus fabulosas mansiones –especialmente las que se ubicaban sobre el Paseo de la Reforma– fueron derrumbadas para dar paso a edificios. Por su parte, el área de la Zona Rosa definitivamente perdió todo su brillo.
Sin embargo, de un tiempo a la fecha una parte de la Juárez, el cuadrante delimitado por las calles de Niza, Paseo de la Reforma, Atenas y Avenida Chapultepec, está sufriendo una transformación: las viejas casas se están transformando lo mismo en espacios culturales que en restaurantes, al mismo tiempo que abren tiendas, estudios de diseño y bares, siguiendo el mismo proceso que sufrió la colonia Roma.
¿Nuestras sugerencias para visitar este nuevo hot spot capitalino? De entrada, recuerda que es un barrio ideal para caminar y dejarte sorprender por las casas que han logrado sobrevivir como la de Londres 16, diseñada por el arquitecto Antonio Rivas Mercado y que hoy es la sede del Museo de Cera, la de Havre 73, que alberga la Panadería o la de Milán 45 que hoy es el Museo del Chocolate. ¿Para tomar un trago? En la noche está la opción de Parker and Lenox o, si aún es temprano, el Comedor Lucerna.
Así que si no tienes planes para este fin de semana, ¡lánzate a descubrir los secretos de la Juárez!
El diseño italiano no es solo una estética: es una cultura que nació en talleres artesanales después de la Segunda Guerra Mundial y que pronto conquistó el mundo. De Milán a Nueva York, de Florencia a Ciudad de México, sus piezas redefinieron cómo vivimos los espacios: funcionalidad impecable, innovación técnica y, por supuesto, belleza.
Lo fascinante del diseño italiano es su capacidad de unir tradición y modernidad. Las manos expertas de los artesanos dialogan con la visión de arquitectos y diseñadores que han hecho historia. El resultado son objetos que, más allá de ser muebles, se convierten en parte de nuestra vida cotidiana.
En Casa Palacio puedes descubrir algunas de las marcas que mejor representan este legado: Porada, Kartell, Magis, Flos, Alessi, Glas Italia y Qeeboo, cada una con piezas que mezclan tradición, innovación y creatividad. Desde mesas de madera exquisitamente trabajadas hasta lámparas que son poesía en forma de luz y objetos lúdicos que transforman cualquier espacio.
El diseño italiano nos recuerda que un hogar puede ser tanto funcional como inspirador. Hoy, esa tradición que nació en talleres familiares y estudios de diseño en Italia puede formar parte de tu sala, tu comedor o tu oficina.
Ven a Casa Palacio y descubre estas piezas en persona. Inspírate con la excelencia del diseño italiano y lleva a tu hogar objetos que combinan arte, innovación y elegancia.
En Casa Palacio creemos que el diseño también se celebra. Y qué mejor momento que las fiestas patrias para reconocer el talento de los creativos que, desde México, están marcando pauta en el mundo del interiorismo, la joyería y los objetos de lujo.
Trabajamos con marcas que representan lo mejor de nuestra cultura de diseño: piezas creadas con materiales de la más alta calidad, muchas veces locales, y elaboradas por manos de maestros artesanos que convierten cada objeto en una obra para toda la vida. Cada una de las marcas mexicanas con las que trabajamos refleja lo que más nos inspira: creatividad, historia y un profundo respeto por los oficios.
Nuestros interioristas seleccionaron cinco firmas mexicanas que vale la pena celebrar este mes patrio:
Del Toro Mu: Cama King Size Adela.
Este 15 de septiembre, acompaña tu celebración con el orgullo de llevar a casa piezas que cuentan historias y representan lo mejor del diseño hecho en México.
Después de más de 25 años, Marta Minujín, ícono del arte contemporáneo argentino y figura clave del pop y el arte participativo, regresa a México con To Live in Art, su esperada exposición individual en kurimanzutto. Del 23 de agosto al 4 de octubre de 2025, la Ciudad de México se convierte en el epicentro de una experiencia artística que promete marcar la temporada cultural.
Desde los años sesenta, Minujín ha desafiado los límites del arte, borrando las fronteras entre lo cotidiano y lo extraordinario. Sus performances, happenings e intervenciones urbanas han recorrido el mundo, y sus obras forman parte de colecciones tan importantes como el MoMA de Nueva York, la Tate Modern de Londres y el Centre Pompidou de París.
El corazón de la exposición es El Obelisco Acostado (1978), una réplica horizontal del famoso monumento de Buenos Aires que se despliega en el espacio de la galería y que el público puede recorrer por dentro. Entre proyecciones y videos, la pieza cuestiona el poder simbólico de los monumentos y propone nuevas formas de entender la memoria colectiva.
A su alrededor, se exhiben sus icónicas esculturas de colchones, coloridas y llenas de movimiento, junto con materiales de archivo que recorren momentos clave de su carrera, desde el célebre Partenón de los Libros hasta el Obelisco de Pan Dulce, obras que mezclan humor, crítica social y una visión profundamente participativa del arte.
To Live in Art es una oportunidad única para acercarse a una artista que ha redefinido el arte latinoamericano y su lugar en el mundo. Además de presentar piezas históricas, la muestra incorpora trabajos recientes que dialogan con los desafíos actuales, invitando a pensar el arte como un espacio colectivo, horizontal y transformador.
Alessandro Mendini (1931 – 2019) fue mucho más que un diseñador: arquitecto, crítico y teórico, transformó el panorama del diseño internacional al dotar los objetos cotidianos de ironía, color y poesía. Figura central del posmodernismo y del movimiento radical italiano, Mendini siempre buscó que el diseño hablara tanto de cultura como de funcionalidad.
Entre sus creaciones más emblemáticas está Anna G. para Alessi, el célebre sacacorchos con forma de mujer, convertido en un ícono del diseño de los años 90 y hoy disponible en Casa Palacio. Una pieza que demuestra cómo un objeto utilitario puede transformarse en un símbolo lleno de humor y estilo. Después del éxito de Anna G., Mendini hizo la versión Autorretrato, que también podrías encontrar en nuestras tiendas.
Su trayectoria, sin embargo, va mucho más allá: Mendini rediseñó una moto Kawasaki y un Fiat Panda, intervino relojes Swatch, y firmó piezas tan diversas como muebles, joyería, objetos de vidrio y proyectos arquitectónicos. Colaboró con marcas internacionales que hoy también forman parte del catálogo de Casa Palacio, como Kartell, Magis, Glas Italia y Qeeboo, consolidando su influencia en distintas generaciones de diseñadores.
Adquirir un diseño de Mendini no es solo llevar un objeto a casa: es acercarse a una visión lúdica y profundamente culta del diseño, donde la belleza se encuentra en lo inesperado. Y en Casa Palacio, esa creatividad se hace tangible en piezas que siguen marcando historia.