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“La elegancia de la simplicidad”, “el deterioro causado por el paso del tiempo como estética”, “el encanto que encierra lo imperfecto”… todas las anteriores son ideas que buscan explicar un concepto japonés imposible de traducir al español: ‘wabi sabi’, esa búsqueda de la belleza en las imperfecciones, pues lo perfecto llega a ser enemigo de lo natural. Se trata de la admiración por lo efímero, lo simple… lo ‘zen’.
Desde luego, la belleza es una percepción relativa, totalmente personal pero también étnica y grupal, generalmente abstracta y subjetiva que varía por regiones, en el tiempo y en la historia pero que en Japón se ha mantenido simple, lineal y naturista por centurias. La belleza nipona consiste en restar; en Occidente, en sumar. Allá lo bello es lo que se insinúa, no lo que se muestra. La sensualidad oriental implica dar a entender sin decirlo, provocar al inconsciente.
La idea japonesa de la belleza surge de la combinación de sus dos religiones mayoritarias y más influyentes: el sintoísmo y el budismo que otorgan enorme importancia a la naturaleza, al silencio y al pasado. De estos pensamientos surgen cuatro de los valores claves de la estética nipona –que se oponen a la visión occidental–, se trata de la asimetría, la insinuación, la caducidad y la sencillez. En Japón, como en Namuh, la paleta de colores es tenue, en ocres, sin distracciones para el objeto mismo ni agresión para el observador.
En Occidente se considera que si algo no es simétrico no es bello, porque está «descompensado», en Japón, al contrario, el desequilibrio visual es bello porque justamente imita a la naturaleza que es irregular. El refinamiento, también a diferencia de occidente, no se ostenta, no se muestra, solo se insinúa; se le otorga una enorme importancia a la capacidad de sentir y conmoverse; a lo efímero y a la belleza del tiempo impreso en las cosas.
Por esta razón Namuh no ha establecido “tiendas” tradicionales sino bodegas que son la quintaesencia de la simplicidad y la naturalidad de la vista simple y llana. Que se acercan más a lo que un cliente desea para su casa y no un espacio de aparador impersonal. Namuh ha logrado presentar lo perfecto lleno de imperfecciones en sus espacios de Los Cabos, Ciudad de México, Monterrey y San Miguel de Allende.
La impermanencia y atemporalidad de muchas de las piezas exhibidas en Namuh son su mayor belleza. La presencia de la historia en la pátina del tiempo implica la progresión natural de la edad de las cosas, su decadencia, la degradación y la historia que cuentan, el brillo apagado de lo que una vez fue esplendoroso y de nuevo en esta nueva etapa, su resurgencia.
Te invitamos a visitar nuestras tiendas Casa Palacio Antara y Casa Palacio Santa Fe y descubrir las maravillosas piezas que Namuh tiene para tus espacios.
Para diseñar la sala, el punto de partida son el sofá y los sillones. ¿Una buena opción? Un sistema modular que pueda adaptarse a diferentes espacios, resuelto en unas cuantas líneas y en un tono neutro. Justo como “Cesare”, un modelo de la firma Gasaru.
“Cesare” está elaborado en pino, tela importada de Europa y relleno de pluma de pecho de ganso. El diseño es totalmente “Made in Italy”, algo que quien lo descubre por primera vez enseguida nota.
Este modelo es que es muy combinable, por lo que se adapta a diferentes estilos. ¿Piensas que te aburrirá al pasar el tiempo? No te preocupes: basta agregar algunas almohadas o quizás una simple frazadas para actualizarlo. De hecho, al ser de color neutro, si pintas tus muros en un tono contrastante o cambias el tapete… ¡“Cesare” se transforma!
Vidrio traslucido coloreado en rosa, naranja y amarillo, forman la base y la superficie de estas mesas auxiliares. El cómo fueron unidos los elementos que conforman la pieza parece cosa de magia: no hay rastros de pegamento o elemento a manera de juntura.
Estas mesas auxiliares son parte de la colección “XXX” y es resultado de una invitación de Glas Italia a la arquitecta, diseñadora y artista estadounidense Johanna Grawunder, reconocida por su trabajo en iluminación, así como sus instalaciones públicas.
En un cruce entre su trabajo con luminarias, diseño de mobiliario y desde luego su quehacer artístico, Grawunder conceptualizó estas mesas en las que vidrio y luz se encuentran, pues cuando esta lo atraviesa, la pieza de “XXX” crecen y se transforman: por un lado tenemos el objeto concreto, por otro el juego de luces que proyecta.
A nosotros la propuesta nos fascina, y es que nos recuerda mucho al trabajo en vidrio del gran Shirō Kuramata, pero de cierta manera reinventado y modernizado. Por esto, “XXX” Johanna Grawunder se confirma como una de las grandes mentes creativas de nuestro tiempo. Conoce la colección y… ¡atrévete a llevarla a tus espacios!
El sofá “Cosy” de Francesco Rota para MDF Italia sufrió una metamorfosis: las líneas rectas de la versión original, dieron paso a suaves curvas, mientras que el fuerte carácter de su predecesor, en esta ocasión es total calidez y amabilidad. Así, “Cosy” en su nueva versión, se transformó en “Cosy Curve”.
Pero aunque diferente, “Cosy Curve” conserva mucho del espíritu del primer diseño de Rota. Por ejemplo, está conformado por módulos que se pueden unir para crear diferentes composiciones. De hecho, esta versión bien puede convivir con piezas de la línea “Cosy”, para crear un sofá excepcional, en torno al cual gira el interiorismo de cualquier espacio.
¿La intención de esta pieza? Dejar volar la imaginación. Encontrar soluciones creativas a las necesidades del hogar, la oficina o cualquier espacio que requiera de un sofá cómodo y que además aporte un toque de diseño contemporáneo.
Sin duda, “Cosy Curve” es un sistema modular sorprendente, y una prueba de la visión de MDF Italia, firma que al convocar a grandes creadores, como Francesco Rota, nos demuestra una vez más que el diseño “Made in Italy”, siempre está vigente. ¿Ya lo conoces?
Las formas que encontramos en el mundo natural suelen ser los mejores ejemplos de diseños funcionales e inteligentes. Tomemos el hexágono, figura que encontramos en los panales de las abejas, una estructura que se distingue por su estabilidad, por ahorrar material y maximizar el espacio.
Inspirándose precisamente en los panales, el diseñador Taeke Halma concibió para la firma Slide, el sistema modular “Hexa”, un librero… pero también un estante o incluso un elemento que separa diferentes ambientes.
Al igual que un panal, cada módulo de “Hexa” se interconecta y relaciona, así, se pueden colocar tantos como la imaginación dicte para resolver las más complejas necesidades, desde dividir espacios hasta guardar libros.
Desde luego este sistema no está elaborado en cera como ocurre en un panal, sino en polietileno, lo que lo hace muy duradero. Definitivamente estamos ante una pieza única, muy versátil y que ofrece soluciones útiles y estéticas a cualquier espacio. ¿No es una pieza fascinante?