Para esta marca italiana el diseño es una misión, por eso, no se asumen como una mera factoría, sino como un “laboratorio de investigación sobre arte aplicado”.
Divertidos, lúdicos, originales y siempre únicos, así son los diseños de una de las marcas más emblemáticas de Italia: Alessi, a quien debemos piezas que han cruzado la frontera de lo utilitario para convertirse en obras de arte, como su famoso exprimidor Juicy Salif ideado por Philippe Starck o el sacacorchos Anna G. de Alessandro Mendini, objetos que hoy forman parte de las colecciones de diseño industrial de varios museos.
Fundada en 1921, esta empresa es el mejor ejemplo de las llamadas “fábricas de diseño italianas”, las que se distinguen por haber apostado a la fabricación de objetos utilitarios creación de diseñadores industriales. En el caso de Alessi, esta apuesta surge en los años 30, cuando Carlo Alessi, hijo del fundador de la fábrica comienza a diseñar las cafeteras y cubiertos que conformaban el catálogo de la empresa, bajo los parámetros que marcaba su profesión: fue el primer Diseñador Industrial de la familia. De hecho, Carlo es el creador del juego de té y café Bombe, uno de los primeros íconos del diseño italiano contemporáneo.
En su afán de fusionar arte e industria, fue en los años 50 cuando Alessi decide incorporar un concepto novedoso, al menos en ese entonces: invitar a diseñadores ajenos a la empresa a crear piezas. La idea fue un éxito y para la década de los 70 ya iban un paso más allá al convertir sencillos objetos utilitarios –como destapadores o cepillos de dientes– en pequeñas obras de arte. Es entonces cuando los grandes nombres del diseño entran en escena: Philippe Starck, Zaha Hadid, Toyo Ito, Aldo Rossi, Alessandro Mendini… el catálogo de Alessi se convirtió en un “quién es quién” en el mundo del diseño contemporáneo.
Hoy en día, la empresa no es una mera fábrica, se ha convertido, bajo la conducción de Alberto Alessi, tercera generación de la familia, en un “laboratorio de investigación sobre arte aplicado”, en el que, como dice Alberto “el diseño es una misión”; para ello, en 1990 fundó el Centro de Estudios Alessi, un centro experimental que promueve la formación de sus propios equipos profesionales.
Sin duda, Alessi es una de esas marcas que explican el por qué hemos hecho del diseño y el interiorismo nuestra pasión. Casa Palacio ha incorporado piezas de esta casa italiana a su propio catálogo, te invitamos a conocerlas.
En Casa Palacio creemos que los grandes electrodomésticos no solo deben ser funcionales, sino también piezas de diseño que eleven tu espacio. Por eso, queremos hablarte de Luxury Cooling, la línea de refrigeradores de Smeg que representa lo mejor del lujo contemporáneo: tecnología de vanguardia, eficiencia energética y un diseño que encarna el alma italiana.
Desde Emilia-Romaña, cuna de la excelencia gastronómica, Smeg ha conquistado al mundo combinando innovación y estética desde mediados del siglo XX. Hoy, esta herencia se manifiesta en Luxury Cooling, una colección que destaca por su silueta minimalista, acabados en acero inoxidable satinado y una estructura sólida que transmite sofisticación y carácter.
Cada refrigerador está diseñado y fabricado en Italia, con la precisión de la ingeniería moderna y el detalle artesanal que distingue a la marca. Incorpora funciones avanzadas como el sistema Multiflow, que distribuye el aire frío de forma homogénea, o el tratamiento antibacteriano que preserva la frescura y pureza de los alimentos. Todo, con un consumo energético optimizado para el presente… y el futuro.
Con Smeg, cada detalle está pensado para crear una experiencia sensorial en el hogar. Porque, al igual que nosotros, entienden que la cocina ya no es solo un lugar para preparar alimentos, sino un espacio para habitar, compartir y crear.
Descubre en Casa Palacio la línea Lucury Cooling, y el rico universo Smeg.
En Casa Palacio nos encantan las recetas llenas de historia. La focaccia es una de ellos: un pan tradicional de la cocina italiana que, desde tiempos antiguos, ha acompañado reuniones, comidas familiares y momentos especiales. Versátil y sencilla, se disfruta como botana, acompañamiento o incluso como plato principal. Y lo mejor: prepararla en casa es más fácil de lo que imaginas.
Para lograr una focaccia dorada, aromática y con la textura perfecta, nada como contar con dos aliados de lujo. Por un lado, la bandeja rectangular Heritage de Le Creuset, fabricada en cerámica de gres y con una distribución uniforme del calor, ideal para horneados precisos. Por otro, el horno de vapor combinado Smeg, con su tecnología italiana de vanguardia y su inconfundible estética retro, que transforma cualquier cocina en un espacio funcional y lleno de estilo.
¿Listo para hornear? Aquí la receta:
Ingredientes: – 500 g de harina de trigo
– 7 g de levadura seca
– 1 cda de sal
– 325 ml de agua tibia
– 4 cdas de aceite de oliva virgen extra
– Romero fresco al gusto
– Sal de mar
Preparación:
Para presentarla, te recomendamos una tabla de parota de Rasttro que le dará el toque final. Acompaña con una copa de vino, quesos o lo que este gran pan te sugiera. Porque en primavera, cocinar también es una forma de celebrar. Y visítanos en nuestras tiendas para ver nuestra gran opción de hornos y bandejas refractarias. Entre muchas más opciones para disfrutar cocinando.
Horno de vapor combinado de Smeg
Set de 3 bandejas rectangulares Heritage de Le Creuset
A inicios del siglo XX, la cocina dejó de ser un espacio oculto para convertirse en el centro del hogar moderno. Esto se debió, en gran parte, a los avances tecnológicos, la incorporación de nuevos materiales —como el acero inoxidable o el fórmica— y una visión de diseño funcional impulsada por la Bauhaus y el Movimiento Moderno.
Un hito clave fue la Frankfurt Kitchen, diseñada en 1926 por Margarete Schütte-Lihotzky: compacta, eficiente y pensada como una estación de trabajo, esta cocina sentó las bases de lo que hoy entendemos como una cocina funcional. Más adelante, los diseños de Charlotte Perriand o las cocinas abiertas de los años 60 y 70 reforzaron la idea de un espacio social, dinámico y elegante.
Frankfurt Kitchen de Margarete Schütte-Lihotzky, 1926
En la actualidad, la cocina no solo responde a la funcionalidad, sino que expresa el estilo de vida de quien la habita. Se funde con el comedor y la sala, se llena de diseño —desde electrodomésticos inteligentes hasta utensilios de autor— y se convierte en escenario de encuentros, recetas compartidas y momentos memorables.
En Casa Palacio, celebramos la cocina como uno de los espacios más importantes en el hogar. Por eso, seleccionamos muebles, electrodomésticos y objetos que combinan tecnología, belleza y tradición. Porque la buena cocina comienza con un gran espacio… y con piezas pensadas para inspirar. A continuación una selección de algunas nuestras piezas favoritas para que le des a tu cocina ese último gran acento.
Exprimidor eléctrico Plissé de Alessi
Parrilla LG SKS RT36
En Casa Palacio nos apasiona todo lo que hacemos. Cada una de nuestras secciones tiene un lugar muy especial: son el resultado de mucha dedicación, gusto y trabajo. Pero, sin duda, una de nuestras consentidas es la mesa. Basta ver nuestra selección de platos, manteles, vasos y… cubiertos. Sí, los cubiertos nos fascinan.
En la mesa, los cubiertos no son solo herramientas: son parte de un lenguaje no verbal que revela educación, seguridad y atención al detalle. Emily Post lo dijo a mediados del siglo XX: “Los modales no se tratan del tenedor correcto, sino de tener consideración por los demás”. Sin embargo, conocer el uso adecuado de cada cubierto puede evitar momentos incómodos y, sobre todo, transmitir elegancia sin esfuerzo.
La regla básica sigue vigente: se come de afuera hacia adentro. Los cubiertos más alejados del plato (como los de la entrada o el pescado) se usan primero, y se avanza hacia los más cercanos al plato principal. El tenedor siempre va a la izquierda del plato, y el cuchillo a la derecha, con el filo hacia adentro.
El protocolo distingue dos estilos principales:
– Estilo americano: se corta la comida con cuchillo en la mano derecha y tenedor en la izquierda, pero luego se cambia el tenedor a la mano derecha para llevar la comida a la boca.
– Estilo europeo o continental: el tenedor permanece en la mano izquierda durante toda la comida. Este último se considera más fluido y elegante.
Qué errores evitar: señalar con el cuchillo o empuñar el tenedor como si fuera una herramienta de jardín.
Saber usar los cubiertos es como hablar un idioma sofisticado sin palabras. Y como todo lenguaje, se aprende, se practica y se disfruta. Porque, al final, la etiqueta no se trata de rigidez, sino de hacer sentir cómodos a los demás —y a uno mismo— en cualquier mesa. Te hemos preparado una selección de algunas de nuestras piezas favoritas de Casa Palacio.
Set de cubiertos de Jean Dubost Laguiole
Set de cubiertos Atria en acero inoxidable de WMF
Set de cubiertos Regata en acero inoxidable de Marine Business