“Si hay 360 grados, no hay razón para restringirme a uno solo”, dijo alguna vez esta arquitecta… y lo ha cumplido: sus creaciones suelen desafiar las leyes de la geometría.
Sus atrevidos diseños le han valido el sobrenombre de la “arquitecta de lo imposible”, sin embargo, Hadid ha desafiado algo más que las leyes de la física: nacida en Bagdad, primero se enfrentó a la machista mentalidad de Medio Oriente, para después, ya establecida en Inglaterra, descubrir que la profesión que había escogido era un mundo también dominado por hombres. Eso no fue todo: al principio de su carrera, muchas de sus audaces creaciones al final no se llevaron a cabo, lo que la convirtió en una “arquitecta solo del papel”. ¿Quién imaginaría que a finales del SXX se convertiría en una de las mentes más influyentes de la escena arquitectónica contemporánea?
Y es que si bien su visión no había pasado desapercibida, fue a mediados de los 90 cuando su carrera despegó. Para el 2000, su reputación se consolidó con la concepción del Centro de Arte Contemporáneo de Cincinnati (inaugurado en el 2003); se trata no solo del primer museo estadounidense diseñado por una mujer, sino también el espacio que de acuerdo con The New York Times es “el edificio más importante construido en EEUU después de la Guerra fría”.
Así, para 2004, su estilo arquitectónico, definido por el uso de volúmenes livianos, formas puntiagudas y angulosas, juegos de luz y la integración de los edificios con el paisaje, le valió el que se considera el Nobel de la Arquitectura: el Premio Pritzker.
Pero la visión de Zaha no solo incluye edificios: también ha diseñado mobiliario, zapatos y luminarias, como las colecciones de lámparas Avia y Arial que creó para la casa italiana Slamp y que hoy forman parte de la colección de Casa Palacio.
Zaha Hadid ha dicho: “Yo aún creo en lo imposible”; efectivamente: ella ha hecho posibles las más extravagantes y atrevidas construcciones.
La galería sueca Galerie Nordenhake, con sedes en Estocolmo, Berlín y Ciudad de México, presenta la exposición Bleeding Boundaries del artista José Eduardo Barajas, en su espacio ubicado en la Colonia Roma.
Con una serie de 35 lienzos agrupados en cuatro grandes ensamblajes, Barajas transforma el acto de pintar en una exploración íntima de su cuerpo y de las experiencias recientes que lo han marcado: un diagnóstico médico, la espera de un hijo, el paso del tiempo.
En esta muestra, el artista deja atrás las superficies brillantes y controladas de trabajos anteriores, para trabajar con materiales como óleo, tinta y acuarela, que aplica con las manos y deja fluir con libertad. Las obras, de gran escala, recuerdan antiguas estelas o fragmentos corporales, y exploran cómo la pintura puede ser también espacio, huella y presencia física.
Al mirar una fotografía de Sebastião Salgado es difícil no detenerse. Sus imágenes tienen el poder de hablar sin palabras: capturan la belleza, la dureza y la dignidad de lo humano con una profundidad pocas veces vista. Tras su reciente fallecimiento, rendimos homenaje a uno de los grandes maestros de la fotografía documental y social.
Economista de formación y fotógrafo por destino, Salgado dedicó su vida a contar historias que necesitaban ser vistas. Historias de trabajadores, migrantes, comunidades olvidadas y paisajes en peligro. Su cámara fue su voz, y con ella defendió la humanidad, la memoria y la naturaleza.
Entre su legado, destaca Workers, un libro monumental que documenta con sensibilidad y respeto la vida laboral en minas, campos y fábricas de todo el mundo. Publicado en los años 90, sigue siendo hoy una obra imprescindible para comprender la transformación del trabajo en la era moderna. Un testimonio visual que honra la fuerza del esfuerzo humano y la poesía que se esconde en la rutina diaria.
En Casa Palacio celebramos su vida y su obra recomendando esta edición excepcional, que forma parte de nuestra selección. Porque algunos libros no solo se leen: se contemplan, se sienten, se recuerdan.
Adquiere Workers de Sebastião Salgado en nuestra selección de diseño y arte.
La Fundación Antoni Tàpies presenta Mis caminos son terrestres, la primera gran retrospectiva en Europa de Marta Palau (1934–2022), artista nacida en Lleida y formada en México, país que fue su hogar y centro de creación. Esta muestra es también un reconocimiento internacional a una figura clave del arte contemporáneo latinoamericano.
La obra de Palau se despliega en tapices, instalaciones textiles y dibujos que exploran temas como el exilio, el cuerpo, la tierra y la sanación. Su lenguaje, profundamente personal y simbólico, surge de su experiencia como migrante y de su conexión con técnicas artesanales ancestrales del continente americano.
Formada con el maestro textil Josep Grau-Garriga, supo unir tradición y vanguardia, creando piezas que hilan lo íntimo y lo colectivo. La tierra, en su obra, es cicatriz pero también refugio.
Coproducida con el MUAC (UNAM), la exposición viajará a México en otoño, reforzando el puente que Marta Palau tendió entre culturas.
En Casa Palacio celebramos esta exposición como una oportunidad para redescubrir a una creadora imprescindible, mexicana por adopción, cuya obra nos recuerda que el arte, como la tierra, guarda, transforma y da vida.
El Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), ubicado dentro del icónico Centro Cultural Universitario de la UNAM, presenta una nueva exposición que invita a recorrer cinco décadas de trayectoria artística de Magali Lara, una figura clave del arte contemporáneo en México.
La muestra, titulada Cinco décadas en espiral, no sigue un orden cronológico tradicional. En cambio, propone una lectura inversa: inicia con dos murales realizados especialmente para esta exposición y, a partir de ahí, retrocede en el tiempo hasta llegar a los primeros dibujos de Lara en los años 70. Esta estructura —que remite a una espiral— permite descubrir cómo su obra ha ido construyendo un lenguaje visual íntimo, explorando temas como el cuerpo, la escritura, el paisaje y las emociones desde una perspectiva profundamente personal y feminista.
El recorrido atraviesa distintos soportes: dibujo, pintura, tapices, libros de artista, cerámica, animación y más. En cada uno, Lara experimenta con el espacio, el color y el gesto, generando un diálogo entre técnica, forma y afecto.
No sólo es una de nuestras artistas favoritas en Casa Palacio, también nos encanta el Centro Cultural Universitario y sus fantásticos ejemplos de arquitectura brutalista. Y ya, para redondear la experiencia, recomendamos visitar el Espacio Escultórico a tan solo unos pasos.