Una buena idea para este día feriado es que te des una vuelta por Coyoacán; todo el mundo sabe que lo que sobra ahí son restaurantes, cafés y bares, sin embargo nuestra propuesta es que camines por la zona y descubras algunas de sus joyas arquitectónicas. Te contamos un poco sobre ellas.
1 Vamos a iniciar el recorrido en la Alberca Olímpica Francisco Márquez (Av. División del Norte 2333 esq. Con Río Churubusco), escenario de las competencias acuáticas del los Juegos Olímpicos de 1968. Es obra de los arquitectos Manuel Rossen Morrison, Antonio Recamier Montes y Edmundo Bringas y destaca por su techo suspendido en forma cóncava con ausencia de columnas, lo que permite al espectador un campo visual completo.
2 Camina una cuadras sobre avenida Río Churubusco en dirección a los Viveros hasta llegar al número 410: la Casa Museo de León Trotsky, un espacio que siempre es eclipsado por la Casa Azul de Frida Kahlo. Aquí lo interesante es observar cómo la residencia se transformó en un bunker tras el intento de asesinato del ruso a manos de un grupo comandado por el muralista David Alfaro Siqueiros. Además de museo, la casa es sede del Instituto del Derecho de Asilo.
3 Sigue caminando en dirección a los viveros y rodéalos en dirección a la calle de Francisco Sosa. En esta calle busca el No. 383. Llegaste a la Casa Alvarado. Se trata de un edificio del siglo XVIII de influencia andaluza y morisca. Aquí murió Octavio Paz, y actualmente es sede de la Fonoteca Nacional.
4 Sigue caminando por Francisco Sosa; simplemente descubre sus casas. No en balde se trata de una de las calles más caras de la Ciudad de México.
5 Francisco Sosa te llevará al Parque Centenario. Un arco te da la bienvenida al jardín; seguramente lo has visto muchas veces, pero, ¿sabes qué su nombre correcto es arco atrial? Fue construido en el siglo XVI y era la entrada al atrio de la Parroquia de San Juan Bautista. Nota los ángeles esculpidos en sus columnas, se trata de las primeras muestras de arte religioso elaborado por manos indígenas.
6 ¿Y de aquí que sigue? Pues ya sea que te quedes en la plaza o, si quieres seguir conociendo más de Coyoacán, toma el tranvía escénico ($60 adultos y $50 niños). La parada está en la calle Felipe Carrillo Puerto, entre el Jardín Hidalgo y el Jardín Centenario o si quieres regresar al centro, aquí sale el Turibús hacia las Cibeles.



Cuando pensamos en decorar nuestra casa, solemos concentrarnos en colores, muebles o tendencias. Sin embargo, existe un principio fundamental que puede definir por completo la armonía de una habitación: el equilibrio visual. Entenderlo —y aplicarlo— es una de las herramientas más efectivas para lograr espacios acogedores, funcionales y estéticamente sólidos.
El equilibrio visual consiste en distribuir los elementos de un ambiente de manera que ninguno “pese” demasiado. No se trata de simetría estricta, sino de crear una sensación de calma y cohesión. Para lograrlo, conviene pensar en el espacio como un conjunto de volúmenes, alturas y texturas que dialogan entre sí.
Un primer paso es observar la habitación vacía e identificar su punto focal: puede ser una ventana, una obra de arte, un sillón, una lámpara escultórica o una mesa con presencia. A partir de ahí, el resto de los objetos deben acompañar ese protagonismo sin competir con él.
También es útil jugar con equilibrios de contraste: si tienes un mueble robusto, complétalo con accesorios más ligeros; si la paleta es neutra, incorpora una pieza con color o textura para evitar la monotonía. Las alfombras, cojines, cerámicas, lámparas y arte —todas categorías presentes en Casa Palacio— son herramientas perfectas para ajustar ese balance sin grandes cambios estructurales.

Por último, recuerda que el equilibrio no significa rigidez. Un espacio bien diseñado debe sentirse natural, fluido y personal. Deja que tus piezas favoritas respiren, combínalas con intención y permítete moverlas hasta que todo encaje. A veces, una pequeña decisión puede transformar por completo la energía de tu hogar.
Visitar el Museo del Palacio de Bellas Artes siempre es un privilegio, no solo por sus exhibiciones, sino por el propio edificio: un ícono art déco y ecléctico cuya arquitectura mezcla mármoles, metales y volúmenes monumentales que cautivan desde el vestíbulo. Sus famosos murales —de Diego Rivera, Jorge González Camarena, David Alfaro Siqueiros y otros grandes— hacen que cada paso sea un viaje por la historia del arte mexicano. Pero esta temporada, hay un motivo especial para regresar: la exposición Lilia Carrillo. Todo es sugerente.

Han pasado más de cincuenta años desde el último homenaje que el MPBA dedicó a Lilia Carrillo (1930–1974), figura clave de la abstracción mexicana. Aunque su carrera fue breve, su obra marcó profundamente la pintura no figurativa del siglo XX. Lejos de etiquetas como “lírica” o “informalista”, Carrillo construyó un lenguaje propio: una reconciliación muy personal entre abstracción y sugerencias figurativas, entre lo consciente y lo intuitivo.


La muestra reúne más de cien piezas —óleos, dibujos, acrílicos, collage y litografías— acompañadas de material documental que revela su faceta como escenógrafa, vestuarista, ilustradora y voz crítica de su tiempo. Organizada en cuatro secciones, la exposición sigue su evolución desde los primeros años figurativos hasta sus obras finales, vibrantes y llenas de gestualidad. Destacan diálogos visuales con artistas europeos exiliados como Alice Rahon y Wolfgang Paalen, así como piezas donde la artista explora la naturaleza, los estados interiores y problemáticas sociales como la contaminación y el deterioro ecológico.

Imágenes: Museo del Palacio de Bellas Artes
Lilia Carrillo. Todo es sugerente es una invitación a redescubrir a una creadora imprescindible en un entorno que por sí mismo inspira. Una visita obligada antes de su cierre.
Museo del Palacio de Bellas Artes -Hasta el 8 de enero de 2026
Hay libros que se disfrutan página a página y otros que también transforman un espacio. Aspen Style de Assouline pertenece a ambas categorías: es una invitación a explorar uno de los destinos invernales más emblemáticos del mundo y, al mismo tiempo, un objeto que aporta carácter a cualquier mesa de centro o biblioteca.
Aspen, hoy sinónimo de nieve, cultura y estilo de vida sofisticado, comenzó como un pequeño pueblo minero. Con el tiempo se convirtió en refugio de escritores, músicos, empresarios y viajeros que encontraron en sus montañas algo más que un destino de esquí. Aspen Style recorre esta historia a través de imágenes actuales y de archivo, mostrando hoteles históricos, arquitectura icónica y rincones que revelan la esencia del lugar. La introducción de Aerin Lauder aporta una mirada íntima que enmarca el espíritu de la comunidad.
En sus páginas conviven interiores cálidos, paisajes nevados y detalles que definen la estética alpina contemporánea. Es un libro ideal para inspirarse antes de un viaje, para descubrir nuevas ideas de decoración invernal o simplemente para disfrutar del encanto visual que Assouline domina tan bien.
Como regalo, funciona para quienes aman el invierno, la montaña o el diseño; y como pieza decorativa, aporta presencia y un toque editorial a cualquier sala. Aspen Style es una forma sencilla de traer un poco del ambiente de Colorado a casa, incluso si la nieve queda lejos.
Ven a Casa Palacio y descubre en nuestra biblioteca la colección Assouline.
Si te apasiona la pintura contemporánea en México, no te puedes perder la XX Bienal Rufino Tamayollega a su recta final en el Museo Tamayo, reuniendo una selección que refleja la energía, la diversidad y la evolución de esta disciplina en el país.
Creada en 1982 por Rufino Tamayo, la bienal nació con un propósito claro: mostrar el pulso de la pintura nacional y construir una colección que dialogara con las generaciones futuras. Cuatro décadas después, sigue siendo uno de los espacios más influyentes para artistas emergentes y consolidados, reafirmando la vigencia de la pintura como un lenguaje contemporáneo en constante transformación.


La edición 2025 reúne 40 obras seleccionadas, resultado de una convocatoria nacional que busca impulsar nuevas miradas. La exhibición traza un recorrido por un “campo expandido” de la pintura: piezas que exploran la memoria, tensiones históricas, paisajes alterados, problemáticas sociales y ecológicas, así como búsquedas formales que van de lo figurativo a lo abstracto. Un mosaico vibrante que evidencia la pluralidad de la escena pictórica actual.

Tras su paso por Oaxaca, la muestra llega a la Ciudad de México para ofrecer un espacio de diálogo visual y reflexión crítica, en sintonía con el legado del maestro Tamayo y con el compromiso institucional de seguir impulsando la creación contemporánea.

*Todas las fotos: Museo Tamayo
La XX Bienal Rufino Tamayo cierra el 7 de diciembre de 2025.
Museo Tamayo: Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec.
No te pierdas una de las muestras clave del arte mexicano actual.