Recientemente se abrió un nuevo espacio en Casa Palacio Antara; se trata del showroom de Marquesa de Mancera, una firma creada por la española Marina Fernández de Córdova, quien por cierto es la heredera del título que da nombre a su marca de mobiliario y accesorios.
Hay que decir que detrás de Marquesa de Mancera hay una historia interesantísima que la propia Marina nos contó cuando tuvimos la oportunidad de encontrarnos con ella.
-Marina, ¿cómo comenzaste a crear muebles?
Bueno, primero tuve una tienda de antigüedades en Madrid. Después tuve la suerte de irme a vivir al sur de España, a un molino antiguo en el pueblo de Manilva, que dos años después me enteré que había sido de la familia de mi padre. Ahí monté un taller en el garaje dónde comencé a crear muebles. Todo comenzó copiando una cabecera española antigua y de ahí me di cuenta que necesitaba el resto de los accesorios…
– ¿Y a México, cómo fue que llegaste?
En un momento de mi vida en que necesitaba un cambio. Vine de vacaciones y me encontré con una tradición artesanal tal que me hizo tomar la decisión de regresar para investigar la posibilidad de fabricar aquí mobiliario. Al final me quedé a vivir en San Miguel de Allende; sabía que aquí iba a ser feliz y encontraría la inspiración que buscaba.
– ¿Y la encontraste?
Dese luego, encuentro inspiración a diario, porque en México todo tiene que ver con el arte. Aquí, lo popular está relacionado con las raíces. Además puedo hacer mis productos en muchos materiales: cobre, vidrio, cerámica…
– Pero además sabemos que tienes una relación especial con nuestro país…
Sí, mi madre tiene raíces mexicanas por parte de la familia Iturbe que se instaló en 1790 en Pátzcuaro, donde de hecho aún existe la mansión Iturbe que hoy es un hotel.
– ¿Cómo defines tu estilo?
No sabría decirlo; te puedo contar que se trata de mobiliario inspirado en diseños europeos de otras épocas, en los que aplicó técnicas que se utilizan en la restauración de antigüedades, además de que se hacen a mano. La idea es crear objetos que se pueden usar en cualquier tipo de ambiente, de hecho lo que propongo es un estilo de vida muy ecléctico.
– ¿Consideras que tu propuesta es una reinterpretación del sincretismo del que surge la tradición artesanal mexicana?
Qué gusto que lo menciones. Es verdad, pero lo interesante es que a quienes llegan a mi tienda en San Miguel de Allende no les he tenido que explicar eso. La gente lo entiende. Sabe que está ante algo nuevo, algo que te hace sentirte bien; cercano y auténtico. Se trata de una propuesta que viene precisamente del sincretismo. Por ejemplo, este sillón en el que estamos sentados es un modelo escandinavo del siglo XVII, pero tapizado en yute.
– ¿En qué consiste la colección de Marquesa de Mancera?
Encuentras todo lo que necesitas para una casa: desde los tapetes, hasta los tapices pintados a mano de tela de yute, espejos, lámparas, cabeceras, mesas de comedor, trinchadores e incluso una vajilla.
– Por ultimo, háblanos del nombre de tu firma, ¿de dónde proviene Marquesa de Mancera?
Cuando yo decidí que me iba a quedar en México, muere mi padre y me hereda el título. En el funeral una persona que estaba escribiendo una tesis sobre el marquesado me preguntó que si sabía la importancia del nombre y su relación con la historia de México; y es que Leonor Carreto, Marquesa de Mancera, fue Virreina y mecenas de Sor Juana. La relación es muy fuerte y por eso adopté el nombre.



Desde hace más de un siglo, el nombre Lalique evoca una idea clara: la unión perfecta entre arte, lujo y diseño. Fundada en Francia por René Lalique, joyero y maestro vidriero, la casa transformó el cristal en un material lleno de expresión, luz y movimiento. Lo que comenzó como una firma de joyería se convirtió en un referente mundial de decoración, alta perfumería y arte en vidrio, admirado por coleccionistas y amantes del diseño interior.
Hoy, cada pieza Lalique combina tradición artesanal y una visión contemporánea del lujo. En Casa Palacio, puedes encontrar desde el icónico jarrón y el centro de mesa Bacchantes —con su emblemático relieve de figuras femeninas— hasta el elegante Centro de Mesa Champs-Élysées, inspirado en las hojas que bordean la avenida parisina.
El pez en cristal ámbar, diseñado en 1913, es otro clásico que simboliza la buena fortuna y sigue siendo una joya del diseño moderno. Las figuras decorativas, como el cisne o el caballo Kazajo, reflejan la pureza del cristal y la maestría de los artesanos de la casa. Cambiando de escala radicalmente, sin perder la esencia de la casa y su pasión por el cristal, la mesa Cactuds es un espectáculo digno de museo.
Más allá de la decoración, cada creación Lalique encierra una historia: la del oficio, la belleza y la búsqueda de perfección. Son piezas que no solo adornan un espacio, sino que lo llenan de luz, carácter y elegancia atemporal.
Descubre la colección Lalique en Casa Palacio y lleva a tu hogar una obra maestra de cristal.
Hay marcas que parecen contar su historia a través de cada objeto. Porada es una de ellas. Sus piezas no solo ocupan un lugar en la casa, sino que lo reinventan. Cada curva, veta o acabado habla del amor italiano por la madera, de una herencia artesanal que dialoga con la innovación. No sorprende que hoy Porada sea sinónimo de sofisticación atemporal, donde la función nunca se separa de la belleza.
Un ejemplo es el sillón Ginkgo, fabricado en nogal canaletta macizo y con exteriores de piel, es un refugio ergonómico que invita al descanso sin renunciar a la sofisticación. Sin duda, un nuevo clásico para la historia del diseño.


La colección se enriquece con piezas que son una verdadera declaración de intenciones, cómo la mesa de centro Callisto Mix, diseñada por Carlo Ballabio. Tres tapas de distintos tamaños se combinan en mármol y madera, creando una composición dinámica que transforma la sala en un escenario de elegancia natural.

En el comedor, la mesa Oswood celebra el diálogo entre mármol y madera, invirtiendo roles para dejar que las vetas del nogal crucen la superficie como un gesto escultórico. Mientras tanto, el trinchero Matics combina orden y luz, con puertas de madera o cristal e iluminación LED integrada.


El perchero Sam se convierte en escultura: un galán de noche con espejo y taburete tapizado que trasciende la utilidad para habitar la habitación como obra de arte. Y como detalle final, el espejo Ekero, sencillo y elegante, suma calidez con su marco en nogal canaletta.


Cada una de estas piezas demuestra que Porada no diseña solo mobiliario: crea atmósferas, historias y objetos destinados a perdurar.
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En Casa Palacio, cada mesa es un escenario y cada vajilla, una invitación a la experiencia. La nueva selección de Costa Nova transforma la manera de vivir y presentar los alimentos, combinando diseño, tradición y una elegancia natural que se percibe al instante. Desde las curvas orgánicas de Livia, pasando por los matices oceánicos de Brisa, hasta la sofisticación atemporal de Pearl, cada colección habla de Portugal, de su cultura y de la maestría artesanal que convierte cada pieza en un verdadero protagonista de la mesa.
Con formas suaves y esmaltes contrastantes, Livia es la colección más versátil de Costa Nova. Su versión en negro mate, con sutiles irregularidades que hacen única cada pieza, es especialmente apreciada por quienes aman el diseño con carácter. Desde platos planos y hondos hasta bowls, fuentes y tazas, es una vajilla completa que se adapta tanto a un desayuno cotidiano como a una cena sofisticada.
Inspirada en la brisa cálida que recorre el Algarve y en el movimiento suave del Atlántico, Brisa combina el blanco con matices de azul que evocan las olas rompiendo en la orilla. Sus formas orgánicas y el esmaltado artesanal le dan un aire relajado pero elegante, ideal para quienes buscan capturar la esencia del verano portugués todo el año.
Con un diseño que homenajea la cerámica europea de los siglos XVIII y XIX, Pearl combina tradición y modernidad en piezas que se sienten atemporales y contemporáneas al mismo tiempo. Sus bordes con delicadas perlas en relieve y su amplia gama —platos, bowls, bandejas, fuentes y piezas de té o café— permiten crear desde mesas formales hasta composiciones más casuales, siempre con un toque sofisticado.
Parte del encanto de Costa Nova está en su respeto por el oficio. Cada pieza nace de un proceso donde la tecnología se mezcla con el trabajo manual, y donde los recursos naturales se aprovechan de forma responsable. El resultado: cerámica de alta resistencia, ecológica, única y con una identidad profundamente portuguesa.
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Las mesas de comedor son el corazón de la vida en casa: donde se comparten charlas, risas, sobremesas y celebraciones que se recuerdan por siempre. En este contexto, las mesas de Timothy Oulton combinan funcionalidad, diseño meticuloso y materiales excepcionales, creando piezas que acompañan generaciones y se vuelven testigo de historias familiares. La marca inglesa, fundada por Timothy Oulton, refleja su pasión por la artesanía, el cuidado de los detalles y la excelencia en cada material, desde la madera recuperada hasta los mármoles más exclusivos. Los mismos principios se aplican a su línea completa de sofás, sillas, lámparas y otros muebles: un universo donde la herencia inglesa y el diseño meticuloso se entrelazan para crear piezas igualmente fascinantes y atemporales.
Entre sus diseños, la mesa de comedor Monastery se inspira en las antiguas mesas de monasterio: una base de roble recuperado de más de un siglo y cubiertas de mármol —negro, blanco o Bluemoon— con bordes cincelados a mano que aportan carácter y sofisticación. Sus variantes, Bluemoon con Side Saddle ySelenite Rect, amplían las posibilidades de combinación.


La mesa Invictus, con su roble centenario y tapa de mármol cincelada, transmite solidez y permanencia, mientras que la A-Frame reinterpreta el caballete clásico con un toque arquitectónico y líneas firmes que dan presencia a cualquier comedor.


La Iceberg sorprende con tres placas de vidrio texturizado flotando sobre un marco de acero, evocando bloques de hielo suspendidos, y la mesa Axel combina madera rescatada de antiguos barcos chinos con metal, revelando la fuerza del tiempo y el carácter único de cada pieza.
En Casa Palacio, estas mesas de Timothy Oulton invitan a crear espacios memorables donde el diseño, la historia y los encuentros se entrelazan en cada comida.