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En cuanto a ropa de cama se refiere, dos grandes tendencias buscan imponerse esta temporada: las piezas de estilo minimalista contra aquellas que nos remiten a lo artesanal o incluso lo étnico. Por supuesto, cada una tiene su encanto y busca lograr efectos muy específicos en la habitación. Nosotros consultamos con los expertos quienes nos explicaron los pros y los contras de cada una de ellas:
Minimalista
Esta temporada, la tendencia minimalista en ropa de cama es extrema: se elimina cualquier estampado y en la paleta de color imperan el blanco, los grises y azules. Los tonos pastel también son bienvenidos. Eso sí: para estar en tendencia olvídate de contrastar colores (al menos en los textiles): edredones, colchas y cojines, todos deben ser del mismo color. Los materiales favoritos son la seda y el lino.
Se pueden incluir notas mínimas de color utilizando flores, pero jamás arreglos “pesados”, basta un sencillo florero con una orquídea. La intención es crear una habitación que invite a la calma y la meditación; de hecho, podríamos decir que buscamos crear un espacio zen.
Por supuesto, el mobiliario debe estar acorde: piezas de líneas simples de diseño contemporáneo en tonos neutros. A decir de los expertos, la gran ventaja de este estilo, es que bastan unos cuantos elementos para lograr el efecto deseado. ¿Lo malo? Si no se ejecuta bien, puedes crear un ambiente monótono y frío.
Artesanal
En contraste con el minimalismo, en esta tendencia los contrastes y las explosiones de color son bienvenidas. La idea es incorporar ropa de cama elaborada por pequeños productores, es decir, aquella fabricada mediante técnicas artesanales que hacen de cada pieza un objeto único e irrepetible. La paleta de color está abierta a todas las posibilidades, mientras que los materiales que imperan son fibras naturales como algodón y lana, eso sí: teñidas con productos orgánicos. Los textiles oaxaqueños o huicholes son un excelente ejemplo. En cuanto a mobiliario, este debe ser lo más simple posible, para no caer en excesos, recuerda que en este estilo la ropa de cama es la estrella de la habitación.
Ahora bien, la intención de esta tendencia es crear una habitación cálida, cosmopolita y un tanto divertida, que nos hable de alguien que viaja y es responsable de su entorno. Sin duda, la gran ventaja de este estilo son las múltiples posibilidades que ofrece: contrastar piezas de diferente procedencia, incluso de una manera “estudiadamente descuidada”. Pero cuidado, la gran desventaja es que si exageras y colocas demasiados textiles el efecto será el de un espacio desordenado.
En el área de la ciudad de Nueva York son muy populares –y codiciadas– las llamadas residencias ‘brownstone’; así es, esas típicas construcciones habitacionales que vemos en muchas películas y series.
‘Brownstone’ (piedra rojiza), es el material con el que se hacen los elementos decorativos que encontramos en sus fachadas, aunque en realidad lo que impera es el ladrillo. Pues bien, en el barrio de Brooklyn Heights, el despacho de arquitectura e interiorismo, Casa Angulo se encargó de redecorar una de estas residencias.
La intención de Jennifer Paccione Angulo, socia del despacho, fue “modernizar el estilo de la casa, sumando nuevas piezas al arte y los elementos ya existentes”. Darle calidez, frescura y hacer sentir bienvenidos a los visitantes, también era importante para la diseñadora.
Lo primero que notó Angulo es que la decoración de la casa tenía un marcado estilo escandinavo. La interiorista decidió seguir por ese camino. Lo interesante es que optó por un equilibrio entre minimalismo y maximalismo. Para lograrlo, apostó por piezas de Fritz Hansen.
La cama de día “PK80™”, el florero “Ikebana” y lámparas “Kaiser”, son algunas de las nuevas piezas que se agregaron para acentuar el estilo escandinavo. Cada una tiene algo que decir… pero sin acaparar la atención. Otro elemento que notamos y que también viene de la península escandinava es el colchón de la firma sueca Hästens.
Sin duda un proyecto de lo más interesante, que vale la pena conocer, cuando de buscar inspiración se trata.
En arreglos florales también hay tendencias; por ejemplo, Martha Sophia, una de nuestras marcas favoritas, esta temporada nos propone los tonos cercanos a “Viva magenta”, el Color del Año Pantone 2023. Se trata de lilas y morados, que se contrastan con blancos, azules y desde luego verdes.
Entre las especies que Martha Sophia captura en el tiempo, en esta ocasión están el allium, orquídeas, delphiniums, larkspur e hydrangeas.
Las flores y follaje en tendencia, se nos presentan en arreglos, exuberantes, altos y muy protagónicos en los que más… ¡siempre es mucho más! La genialidad de Martha Sophia está en lo realista de sus plantas. Aunque claro, al ser artificiales, ¡nos acompañarán por años!
En Polanco, el despacho Proyectos Paraíso de nuestro amigo Adán Cárabes, realizó un proyecto arquitectónico y de interiorismo de un departamento. El resultado es un singular viaje por oriente que va de Marruecos a China, pasando por la India.
La clienta de Proyectos Paraíso sabía muy bien lo que quería: un interiorismo con “una alta dosis de elementos antiguos y orientales, solo que modernizados; en esencia, un recorrido por el mundo árabe, bizantino, indio, chino y japonés”. Pero también había algo más a considerar: esta es una propiedad con una gran vocación social, en la que la propietaria, una empresaria norteña, pasa temporadas, siempre invitando amigas que llenan el departamento de risa y vida.
Para lograr el estilo “oriental contemporáneo” solicitado, Adán reunió antigüedades, mobiliario traído de Asia, piezas diseñadas por el propio arquitecto y otras más, como un cuadro de arte sacro bizantino, propiedad de la dueña del departamento.
Muy en la visión de ecosustentabilidad de Proyectos Paraíso, Adán recurrió a un elemento que nos habla de la necesaria toma de consciencia medio ambiental al momento de diseñar: en el comedor una base de acero cubre y protege un tronco, recuperado de un tiradero de maderas naturales que arroja el mar, en el pacífico mexicano, y que hace juego con las sillas y bancas de nogal, tapizadas en piel con certificación ecológica.
A grandes líneas, nos encontramos con un proyecto maximalista, un estilo que se logra solo teniendo mucha audacia y dominio de la mezcla de estilos, colores y estilos, para así, no perderse en la exuberancia y lograr un espacio de buen gusto, justo como este departamento que sabemos, te dará buenas ideas.
En la ladera de una montaña, rodeada de vegetación y pinos, encontramos esta singular construcción. Está compuesta por dos cajas de hormigón superpuestas, que se apoyan en un basamento de piedra. Se trata de un proyecto de un arquitecto que conoces muy bien, el gran Ramón Esteve, quien llamó a este diseño Casa Oslo.
La propuesta de Esteve, es que Casa Oslo funcione como un gran mirador con vistas al mar Mediterráneo. En contraste con la fastuosidad y sensación de inmensidad que ofrece este “mirador”, el interior es íntimo y muy privado.
Esteve buscó establecer un diálogo entre interior y exterior, mediante aperturas en los forjados que permiten la entrada de luz, creando juegos de luces y sombras, que además hacen más cálidos los espacios.
En cuanto al interiorismo, la elección fue un estilo minimalista que no robara protagonismo a las fabulosas vistas, pero que tuviera personalidad y mucho estilo. Así, la elección fue que imperarán los blancos en muros, piso e incluso mobiliario, como notamos en las sillas “Flow” y la mesa ”Tense” de MDF Italia, además de piezas de Vondom.
Casa Oslo, como todos los diseños de Ramón Esteve, es moderna, geométrica y desde luego sorprendente. Estamos seguros que será toda una inspiración para tus propios proyectos.