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Cae el muro de Berlín; la hasta entonces poderosa URSS colapsa marcando el fin de la Guerra Fría; Europa marcha hacia la integración definitiva y muchos países comienzan dos transiciones: de ser dictaduras se convierten en democracias y al mismo tiempo entran de lleno a la economía de mercado. Por si fuera poco, comienza el auge de Internet y la llamada aldea global de la que hablaba McLuhan se convierte en una realidad: el mundo jamás había estado tan conectado. Estos cambios, que una década atrás parecían un sueño –o pesadilla, dependiendo del punto de vista- marcan los movimientos culturales: el multiculturalismo es la tendencia.
¿Y cómo influyeron todos estos cambios en el interiorismo? El fin de la Guerra Fría y el inminente cambio de siglo nos pusieron en un ánimo zen; así, los diseñadores decidieron darle la espalda al exceso que caracterizó a los años 80 y retomaron la estética minimalista: los espacios limpios causan furor, los muros desnudos se imponen y el mobiliario de líneas simples es recurrente, mientras que la escuela Bauhaus vuelve a estar de moda.
Los colores neón tan de moda en la década anterior son desterrados y en cambio se apuesta por tonos neutros: la paleta de blancos se contrasta con grises, cafés o azules muy claros. Pero esto no quiere decir que los acentos de color hayan desaparecido, pues en esta década se pone de moda pintar en un color primario un muro… pero solo uno.
En cuanto a materiales, el mobiliario se produce en madera, vidrio y metal, aunque también hay un regreso del mármol y el ónix. El plástico y la fibra de vidrio se consideran pasados de moda. Eso sí: para el diseño industrial lo más importante es la funcionalidad de las piezas, independientemente del material en que se elaboren.
¿Cómo definir esta maravillosa década en pocas palabras? Pues podríamos decir que como nunca antes, en los años 90, ¡menos fue más!
Esta mesa auxiliar es una combinación perfecta entre estética y funcionalidad. Es también un diseño pop, con una clara inspiración japonesa, aunque fue ideada en Italia, por la mente del artista y diseñador Prospero Rasulo, quien bautizó a su creación como “Toy”.
A nosotros “Toy” nos fascina, porque es un diseño de lo más versátil: funciona lo mismo como taburete que como ‘coffee table’; además, es la pieza ideal para darle un acento de color – y diversión– a cualquier ambiente, ya sea residencial o comercial.
Al estar elaborado en poliuretano, “Toy” puede vivir en interior y exteriores, además de que nos acompañará por años. Rasulo creó esta mesa para Slide, la firma que ha reinventado el diseño “Made in Italy”, lo que ya la hace una pieza que hay que conocer. ¡Pregunta por ella!
Una lámina de aluminio que adopta la forma de una mesa. No tiene uniones, ni soldaduras… simplemente, como si fuera una hoja de papel, el metal fue doblado hasta lograr el tablero y los puntos de apoyo. Se trata de una pieza que sorprende por su sencillez, y en eso radica su genialidad. El diseño es de Xavier Lust para MDF Italia y se llama “La Grande Table”.
Sin duda, esta pieza es grande en más de un sentido: por la manera en que está resuelta; por ser delgada, ligera y minimalista; por la técnica con la que se fabrica –el doblado y curvado del metal sin un molde– que no solo es innovadora, sino que además es el sello de Xavier Lust, lo que la hace un objeto de colección.
“La Grande Table” ofrece diferentes opciones de tamaño, alcanzando incluso una longitud de hasta 4.4 metros, manteniendo un grosor de solo 6 mm. Además, está disponible en aluminio lacado, con acabado mate o brillante en color blanco
Por si lo anterior no bastara, se trata de un diseño de lo más versátil, ya que puede vivir en interior o exteriores. Su sencillez la hace una mesa atemporal que puede adaptarse a muchos estilos de mobiliario o bien, fundirse con el entorno. Por todo esto, “La Grande Table” tenía que ser parte de la selección de mobiliario de Casa Palacio. Visítanos y conócela.
En la pintura, el gesto es el trazo que deja en el lienzo el pincel o el carboncillo del pintor; es un lenguaje y también –a decir de muchos expertos– una forma de expresión del inconsciente. El gesto es también inspiración para otros creadores, en este caso, George Yabu y Glenn Pushelberg, del despacho de diseño Yabu Pushelberg , quienes crearon para Glas Italia el espejo “Scribble”.
A decir de sus creadores, “Scribble” es una pieza que captura de una manera artística, aunque también irónica, el gesto de un pintor, mismo que colocan en una superficie reflejante.
La intención de “Scribble” es que nos preguntemos: ¿se trata de un trazo hecho a mano?, ¿se usó una brocha…? Además, la pieza viene en cuatro formatos: cuadrado y rectangular, además de acabado de fondo negro o de plata antigua. Estas presentaciones hacen aún más intrigante al espejo.
Por último: así como grandes pinturas contemporáneas han estado boca abajo sin que nadie se percatara, de la misma manera esta pieza puede colocarse en la posición que se quiera, y en eso radica la sutil ironía que este espejo nos regala.
100, 200, incluso más de 500 años… ¿Sabías que muchas de las marcas que son parte de la selección de Casa Palacio tienen una historia centenaria? Se trata de nombres que son sinónimo de tradición, calidad, ¡y desde luego lujo! En esta entrega te queremos hablar de cinco de nuestras favoritas.
Iniciemos con una casa que por más de 250 años ha sido sinónimo de savoir faire francés; sí, hablamos de Baccarat . Esta legendaria firma nació en 1764 cuando el Rey Luis XV otorgó a un taller de vidrio, el permiso real para establecerse en la región de Lorena. ¿Imaginó este monarca que siglos después, el nombre de Baccarat sería conocido en todo el mundo?
De la selección de Casa Palacio, La Rochère es la firma más antigua: se fundó en el corazón de Francia en el año de 1475, lo que la convierte en la fábrica de vidrio más antigua de Europa. De hecho, un aspecto interesante de la marca es que sus diseñadores suelen explorar en sus archivos en busca de viejos diseños y así han traído al presente una cristalería que sorprendentemente van muy bien con una mesa contemporánea, este es el caso de colecciones como “Perigord” o “Abeille”.
Hace 170 años nació en Suecia la firma Hästens. En ese entonces fabricaba dos productos: sillas para montar y colchones elaborados con crin de caballo. Pues bien, su calidad era tan excepcional, que hoy, la empresa sigue viva, es dirigida por la quinta generación de la misma familia y además es la proveedora oficial de camas y accesorios para el descanso de la Casa Real de Suecia.
La manufacturera de porcelana Rosenthal fue fundada en 1879, en el poblado de Selb en la región de Bavaria, por Philippe Rosenthal. Lo interesante es que, si bien es una firma centenaria, eso no la hace menos contemporánea; por ejemplo: en los años 50, Walter Gropius, siguiendo los lineamientos de la Bauhaus, diseñó para la empresa el juego de té TAC . Más recientemente, creadores como Patricia Uruiola o Christophe de la Fontaine, también han diseñado colecciones. Las grandes firmas de lujo no han sido ajenas al encanto de la porcelana de Rosenthal, este es el caso de colecciones como “Signum”, una colaboración con Swarovski.
Point 1920 es una de nuestras marcas “jóvenes” y es que tiene apenas poco más de un siglo de existencia. Nació en Gata de Gorgos, Valencia, como un pequeño taller familiar que fabricaba mobiliario de ratán. Hoy, es una firma internacional con presencia en más de 70 países, más de 40 colecciones de mobiliario de exterior y 300 productos que podemos encontrar en más de 100 proyectos de interiorismo de todo el mundo.