La celebración de Día de Muertos es una más de nuestras festividades en las que las costumbres indígenas se encontraron con las españolas, en este caso la de dedicar dos días del calendario católico para celebrar a Todos los Santos y Fieles Difuntos. El resultado de este sincretismo es un festejo único, en el que honramos a aquellos que ya no están entre nosotros, pero siempre seguirán presentes. No se trata de festejar la muerte, sino de celebrar la vida.
Y aunque el Día de Muertos se festeja en todo el país, sin duda una de las tradiciones más conocidas es la que se realiza en la isla de Janitzio, en el lago de Pátzcuaro, Michoacán… Sin embargo, en esta ocasión no vamos a hablar de este lugar: es bien conocido y atrae a tantos turistas que la tradición se ha desvirtuado. Nosotros te recomendamos visitar otra de las islas: La Pacanda, donde el rito purépecha aún se conserva. Vístala el 1° (día en que se recibe a los “angelitos”, los niños muertos y los solteros, de acuerdo a la tradición del lugar) o el 2 de noviembre (cuando nos visitan los difuntos adultos); como se acostumbra, en su panteón se colocan ofrendas con los elementos característicos de la región. Pero no todo ocurre en el cementerio: también en las casas se colocan altares familiares, mismos que, siempre con respeto, se pueden visitar. El portal de la Oficina de Turismo de Michoacán aclara que aunque los forasteros son bienvenidos, un buen detalle para con los lugareños es llevar algún elemento para las ofrendas como pan, fruta o flores.
Visitar La Pacanda es toda una experiencia, y lo mejor es que si acudes a su celebración de Día de Muertos, te aseguramos que no serás un mero turista, sino que formarás parte de su tradición.
La Pacanda
En el Lago de Pátzcuaro, a 60km de la ciudad de Morelia.
El Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), ubicado dentro del icónico Centro Cultural Universitario de la UNAM, presenta una nueva exposición que invita a recorrer cinco décadas de trayectoria artística de Magali Lara, una figura clave del arte contemporáneo en México.
La muestra, titulada Cinco décadas en espiral, no sigue un orden cronológico tradicional. En cambio, propone una lectura inversa: inicia con dos murales realizados especialmente para esta exposición y, a partir de ahí, retrocede en el tiempo hasta llegar a los primeros dibujos de Lara en los años 70. Esta estructura —que remite a una espiral— permite descubrir cómo su obra ha ido construyendo un lenguaje visual íntimo, explorando temas como el cuerpo, la escritura, el paisaje y las emociones desde una perspectiva profundamente personal y feminista.
El recorrido atraviesa distintos soportes: dibujo, pintura, tapices, libros de artista, cerámica, animación y más. En cada uno, Lara experimenta con el espacio, el color y el gesto, generando un diálogo entre técnica, forma y afecto.
No sólo es una de nuestras artistas favoritas en Casa Palacio, también nos encanta el Centro Cultural Universitario y sus fantásticos ejemplos de arquitectura brutalista. Y ya, para redondear la experiencia, recomendamos visitar el Espacio Escultórico a tan solo unos pasos.
Este sábado 21 de junio, a partir de las 10:00 a.m., vuelve uno de los formatos más estimulantes del arte contemporáneo en la ciudad: CIRCUITOS ZⓈONAMACO. Más que un evento, se trata de una invitación a caminar, mirar, conversar y redescubrir dos de los barrios con mayor tradición cultural de la capital: la Roma y la Condesa.
Claudia Comte en Galería OMR
El circuito propone visitas especiales a galerías, espacios independientes y estudios de artistas, en una ruta que no solo conecta obras y espectadores, sino también refuerza los lazos que sostienen al ecosistema artístico mexicano: creadores, coleccionistas, instituciones y público general.
Virginia Chihota en Galería Travesía Cuatro
Este tipo de iniciativas no son nuevas. Desde hace décadas, estos recorridos informales ayudaron a consolidar la escena local, transformando zonas enteras en comunidades artísticas vivas. Participan espacios como OMR, Arróniz, Travesía Cuatro, Galerie Nordenhake, entre muchos otros, con exposiciones de artistas como Claudia Comte, Emilio Chapela, Virginia Chihota y Perla Krauze.
Slavs and Tatars en Galería Nordenhake
El paseo también es una oportunidad para detenerse en alguna joya arquitectónica, descubrir propuestas gastronómicas originales o visitar espacios de diseño como CAM Galería o Sangre de mi Sangre.
CIRCUITOS ZⓈONAMACO es una forma distinta de acercarse al arte: caminando, dialogando, dejándose sorprender.
Sábado 21 de junio | Desde las 10:00 a.m.
Colonias Roma y Condesa, CDMX
Consulta el programa de actividades aquí.
Ubicada en la Primera Sección del Bosque de Chapultepec, la Casa del Lago Juan José Arreola es uno de los espacios culturales más emblemáticos de la Ciudad de México. Construida a principios del siglo XX, su arquitectura de estilo ecléctico con detalles afrancesados refleja la estética porfiriana de la época. Desde sus terrazas y ventanales, se pueden observar tanto el lago como el impactante skyline urbano. Caminar hasta ahí es un paseo que combina naturaleza, historia y cultura.
En este gran lugar se presenta la exposición Conocer el mundo con la boca, sin que te piquen las espinas, organizada por Colección FEMSA y Casa del Lago. Lejos de tratarse de una muestra tradicional sobre alimentos, esta exhibición propone una mirada lúdica, crítica y sensorial a lo que comemos, cómo lo hacemos y lo que eso dice de nosotros.
Con 42 obras de 37 artistas —entre pintura, instalación, video y objetos— la exposición recorre temas como la transmisión de saberes, la sanación, el cuerpo, la memoria y la identidad, todo a partir de prácticas alimenticias. Con obras de artistas como Remedios Varo, Ana Mendieta, Francis Alÿs o Thomas Glassford, algunas piezas son sutiles, otras provocadoras, pero todas abren conversaciones necesarias desde lo cotidiano.
Este 15 de junio es el momento ideal para reconocer a quien siempre ha estado ahí con un regalo que hable de su estilo, sus pasiones y su buen gusto. En Casa Palacio creemos que los mejores obsequios no solo sorprenden: se vuelven parte del día a día, elevando los momentos más simples.
Por eso, nuestros interioristas han curado una selección de objetos únicos para festejar a papá con lo que más disfruta. ¿Le apasiona la música? Una tornamesa o unos audífonos de alta fidelidad pueden transformar su experiencia sonora. ¿Ama el café? Unas tazas elegantes, una cafetera de autor o incluso los vasos ideales para espresso harán su ritual matutino aún más especial. ¿Cocinar es su territorio? Un buen set de cuchillos puede ser el mejor aliado. ¿Y si se trata de inspirarlo? Un libro de arquitectura cuidadosamente elegido puede abrirle nuevas formas de ver el mundo.
Este Día del Padre, regala algo con historia, con intención, con diseño.
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Tornamesa Debut Carbon Evo de Pro-Ject
Audífonos Bowers & Wilkins PX8
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Máquina de cafe Automatica CM160 de Miele