Producción Limitada
Por décadas, la marca francesa Elie Bleu ha creando humidificadores para puros, cajas de joyas, cajas de juegos de azar y estuches, entre otros productos. De las 4,000 piezas que Elie Blue crea al año, no existen dos iguales. Esto es lo que hace que los productos de esta marca sean particularmente especiales, y explica en cierta manera su reputación de exclusividad en el mercado.
Tradición de ebanistería francesa
Durante décadas Elie Bleu ha plasmado un espíritu creativo en todos sus objetos, basados en la tradición de los ebanistas franceses. Después de graduarse de las mejores escuelas de ebanistería de Francia, 35 apasionados artesanos practican su oficio en los talleres. Cada uno de ellos tiene una especialidad, y todos son expertos en principios básicos; ebanistas, barnizadores, lijadores, limadores, pulidores, cortadores, y otros. Estos expertos trabajan innovando con especies exóticas de maderas y materiales nobles; repiten una y otra vez los procesos hasta lograr la perfección.
Secado por diez años
La madera seleccionada es muy importante en la confección de todos los productos. Actualmente la madera solida tiene que ser secada por lo menos diez años al aire libre y protegida del mal tiempo, antes de que pueda ser utilizada. Tiene que ser uniforme y de vetas muy finas.
Creación de patrones
El trabajo de incrustación utiliza diferentes especies de madera preciosa, cortadas en formas geométricas, ensambladas y pegadas entre sí, con el fin de crear con sus variadas formas y colores una diversidad de patrones. Se utilizan también incrustaciones de perlas, al igual que la obra de un verdadero orfebre
La magia del ruido
Las cajas Elie Bleu son las únicas en el mundo donde el ruido ocasionado por su cierre es único y prácticamente imperceptible. El ruido, un discreto “silbido”, que aplasta el aire contenido dentro de la caja, es muy característico. Tan característico, que cada caja es ajustada a mano, pieza por pieza, con la ayuda de un pequeño cepillo. Como la madera es un material vivo, la operación es repetida varias veces durante un par de días, a veces inclusive un par de semanas, dependiendo de las condiciones climáticas.
La belleza y pureza del color
Para lograr la suavidad, delicadeza y esos barnices brillantes, cada objeto tiene que pasar previamente por siete pasos de pulido a mano, lijado con diversos gramajes, conjuntamente con diferentes pastas de pulido. El tiempo de secado es prolongado, y el resultado final increíble: la transparencia de los barnices es único, al igual que sus brillantes colores.
Especial atención se presta al interior de las cajas, las cuales pueden estar forradas de terciopelo, cuero, alcántara y piel de cocodrilo, entre otros.
Elie Bleu, marca exclusiva de Casa Palacio.
La historia de Eichholtz se distingue de la de otras compañías de diseño. Su trayectoria comienza en 1992, cuando Theo Eichholtz, su fundador, empezó a importar una exquisita selección de muebles y accesorios de Asia a Europa. Poco después, sumó a su catálogo piezas vintage cuidadosamente seleccionadas.
Dada su aguda visión y excelente gusto, no sorprende que el siguiente paso fuera crear y comercializar sus propios diseños. Este legado se refleja en los productos de Eichholtz: una visión histórica y estilística meticulosamente pensada, que incorpora elementos de distintas épocas, junto con una pasión por la maestría artesanal, los materiales nobles y los acabados de la más alta calidad.
La más reciente colección de Eichholtz es verdaderamente fascinante. Como ocurre en todo buen proyecto de interiorismo, encontramos un balance de líneas innovadoras, momentos atemporales, guiños extremadamente contemporáneos y un fuerte anclaje con la historia y la tradición, todo ello sin perder el sello inigualable de la casa y los altísimos estándares de diseño y calidad que la distinguen.
Resulta imposible no pensar en Michael Graves cuando se habla de arquitectura posmoderna. Miembro del grupo Memphis y gran exponente del maximalismo, este arquitecto supo combinar magistralmente en sus obras elementos neoclásicos, materiales nobles como el mármol y el acero, y el uso de geometrías básicas con una inusual paleta de colores. Entre sus obras más memorables destacan el edificio Portland o el edificio para Disney Company, famoso por su gran frontón sujeto por siete enormes columnas con la forma de los siete enanos de Blanca Nieves. Definitivamente, Graves tenía un gran sentido del humor.
Además de sus grandes edificios, Graves también diseñó objetos de igual relevancia, que mantienen el mismo universo estético que su arquitectura. En 1985, creó para la casa italiana Alessi una tetera de acero inoxidable con una colorida agarradera, que hace juego con un silbato en forma de pájaro que nos avisa una vez que el agua hierve. Este clásico moderno forma parte de las principales colecciones de diseño en los grandes museos del mundo. Afortunadamente, Alessi no ha dejado de producir esta tetera ni los otros diseños de Graves, que puedes encontrar en Casa Palacio.
Por simple que parezca, diseñar una silla es una de las tareas más complejas y temidas entre los diseñadores industriales. Es quizás la pieza más compleja en cualquier familia de mobiliario; sus proporciones son extremadamente caprichosas y cualquier fallo en sus cálculos la convertirá inmediatamente en un objeto de tortura. La silla de oficina representa la sofisticación máxima de esta disciplina, pues es donde más horas pasamos trabajando.
El investigador Jonathan Olivares, en su libro A Taxonomy of Office Chairs, sitúa las primeras sillas de oficina —sillas con un mecanismo de movimiento integrado y 5 patas— en la década de 1840. Curiosamente, la primera silla con esas características de la que se tiene conocimiento fue una creación del evolucionista Charles Darwin. Desde ese momento, la silla de oficina no ha dejado de sorprendernos con inventivas soluciones y materiales que hacen de nuestra experiencia frente a un escritorio algo mucho más placentero. Herman Miller es la marca responsable de producir la mayoría de las sillas de oficina más importantes de la historia.
Modelos como la Eames Aluminum Group, lanzada en 1958, siguen siendo un estándar de elegancia y comodidad. Su diseño atemporal la hace una elección ideal en cualquier escenario. También con la firma de Charles y Ray Eames, están las sillas Ejecutivas y las Soft Pad. Sillas extremadamente cómodas cuyas líneas evocan otra época.
En 1994, la silla de oficina alcanza uno de sus puntos más altos, cuando Herman Miller presenta en el mercado la silla Aeron, el revolucionario diseño de Bill Stumpf y Don Chadwick que alteró para siempre la definición de la silla ergonómica. La Aeron, hoy en día, sigue siendo considerada como una de las mejores sillas de escritorio, lo cual no ha detenido a Herman Miller de seguir investigando en este terreno, sorprendiendo con nuevos avances en tecnología y sorprendentes diseños. Como es el caso de la Cosm, uno de los nuevos estándares en el mercado.
La oferta de Herman Miller es sorprendentemente extensa y cada silla está pensada para necesidades diferentes. La compañía además pone un gran énfasis en la susceptibilidad de sus productos, reduciendo el impacto de carbono de cada una de sus sillas al optimizar sus diseños y emplear un gran porcentaje de materiales reciclados. Te invitamos a visitar su catálogo en Casa Palacio y a que te asesores con uno de nuestros expertos para que elijas la mejor opción.
Fuego, aire, agua y tierra, están detrás de una de las más grandes creaciones de la mente humana: el cristal. Este año, la casa francesa Baccarat ha decidido dedicar las celebraciones de fin de año a estos cuatro elementos que hacen posible sus fabulosas piezas. Se trata de cuatro fuerzas que todos llevamos dentro, especialmente el calor del fuego. Por eso, en esta ocasión su nueva campaña se titula… Inner Fire.
Desde luego, las copas de Baccarat, siempre son el elemento en torno al cual nos reuniremos en casa para brindar y abrazarnos. Su set “Wine Therapy” incluye toda la cristalería que necesitas tanto para recibir con un trago, servir el vino de la cena y después brindar por el año que se va.
Pero no olvidemos que Baccarat son también objetos decorativos y cada año, la firma francesa agrega a su colección de Navidad nuevas versiones de su árbol de navidad en cristal “Noël Louxor”; este año es un diseño de Thomas Bastide.
Para recordar los buenos momentos y desear que lo mejor esté por venir, hay que brindar con champán, y nada mejor que servir la bebida más francesa, en copas flauta de otro clásico de aquel país. Para que nadie se quede fuera, Baccarat nos ofrece su set de seis piezas. Además, ¡se trata de un estupendo regalo!
Para montar una mesa para celebrar, no olvides incluir algunos clásicos de Baccarat, como sus encantadoras “Lucky Butterfly”, auténticos amuletos de la buena suerte que no deben faltar para recibir el año. ¿Otro de nuestros favoritos? “Marengo”, una escultura diseñada por Allison Hawkes, inspirada en el caballo favorito de Napoleón.
Baccarat siempre está agregando nuevas piezas a su colección. Este año, entre sus novedades están sus fabulosos candelabros. Son elegantes, muy originales y sin duda, todos son piezas de colección. No olvides regalar uno a un amante de la firma francesa.