Inspiración / November 14 2017

“TRAS MI REMOLINO”, UNA COLABORACIÓN DE LA REVISTA HOJA SANTA

Estoy agotada. Agotada y feliz. Es mi nuevo modus operandi desde hace casi dos años. ¿La razón? Un monstruito de 80 centímetros, despeinado y escandaloso, que habita en todos los espacios de mi casa. Incluso en los cajones, las puertas de la cocina y en los closets, y en todo lo que esté al alcance de sus regordetas y suaves manitas.

El monstruito es un ser muy ocupado. Siempre va de aquí para allá en modo explorador; mueve las sillas, se sube en ellas, alcanza el interruptor y lo prende y apaga 20 veces. Hunde las manos en las macetas y hurga hasta encontrar una piedra que luego deposita en la mesa de la sala (o peor aún, en la cobija blanca que está sobre el sillón).

Para él, no hay actividad más divertida que sacar todo lo que está en su lugar y esparcirlo por el piso de la cocina. Compiten en nivel de diversión: el vaciar un recipiente lleno de algún líquido (como jugo verde), revolver con tres utensilios distintos las sobras del desayuno o desbordar las croquetas del perro. Cuando a media mañana por fin cae rendido donde sea que lo alcanzó el sueño, saco el caddie organizador con todos los aditamentos de limpieza. Esto de recoger tras el huracán tiene que ser fácil y rápido, pero más que nada práctico. No tarda en despertar y volver a ser El Niño, dejando zonas de desastre por doquier.

Tallar, enjabonar y enjuagar deben ser una misma actividad. Sacudir, recoger y guardar otro tres en uno igual. Cepillitos y recogedores de todo tipo están listos para limpiar cada lugar sin tardarme ni cansarme de más. Para la última shineada, una barrida y trapeada final, con un armatoste estilo centro comercial. Y a los trastes regados por el piso, por no dejar, hay que darles una repasada con esponjas coloridas y algo de jabón.

Y ahora a guardar todos esos menesteres también, para que no los alcance el nuevo inquilino de esta casa que, si puede, también barrer y recoger agrega a sus pendientes del día. Una pasada extra a todo, con algo que atrape al polvo y no lo suelte. Esquinas, túneles, arcos y los puntos más altos ya están cubiertos. Ahora, «a guardar, a guardar» como canta el monstruillo cuando ya acabó de jugar. Meto todo en cajoneras, cajas, canastillas y repisas. Y las dejo lejos, lejos, en las alturas de preferencia, con ayuda de un banco o una buena escalera.

Ahora sí, todo en su lugar, incluso el armamento para emergencias. Mucho jabón, listo para disparar; redes que eviten escapatorias no deseadas; toallas de todo tipo para limpiar, absorber y secar. Empieza a despertar. Botes de basura por todos lados, el punto es estar siempre preparado. Antes de terminar (y volver a empezar), saco del cesto una carga de lavadora llena de ropa miniatura con manchas difíciles de quitar. Ya lo oigo llamándome, a carcajadas desde su cama, diciendo que tiene hambre y que quiere salir a jugar. Planchar, colgar y separar la otra ropa se quedará para mañana (o la semana que entra); ahorita me toca volver a perseguirlo por toda la casa, mientras aprendemos a reírnos con las desgracias, hasta caer los dos exhaustos al mismo tiempo que el sol.

Es el remolino agotador más divertido del mundo, por eso yo me dejo llevar por su rastro de amorosa destrucción.

Descubre el texto completo en la edición impresa de la revista Hoja Santa.

 

Fotos por: Ana Lorenzana

Editorial / June 11 2025

Las mil facetas de Jaime Hayón

Pocas figuras en el diseño actual tienen una voz tan reconocible —y celebrada— como la de Jaime Hayón. Nacido en Madrid y formado en la prestigiosa escuela de diseño Fabrica, fundada por la marca italiana Benetton, este artista-diseñador ha creado un universo donde conviven el arte, la ironía y el diseño funcional con un lenguaje juguetón y absolutamente personal.

Con un sentido del humor único, Hayón transforma objetos cotidianos en piezas que sorprenden y hacen sonreír. Ya sea a través de formas orgánicas, colores atrevidos o guiños casi caricaturescos, su trabajo siempre despierta emoción. Este enfoque se hace evidente en sus numerosas colaboraciones con firmas internacionales, donde crea ingeniosas obras, o revisita clásicos con irreverencia. Un gran número de estas marcas se encuentran en Casa Palacio –de la misma manera que muchas de las piezas de este magnifico diseñador–. Lladró, Bosa, Nanimarquina, Fritz Hansen o Baccarat, son solamente algunas de las casas con las que ha colaborado.

Cada pieza de Hayón lleva su sello: una mezcla de fantasía, calidad artesanal y diseño contemporáneo que transforma los espacios en escenarios vivos y expresivos.

En Casa Palacio celebramos a este creador inclasificable. Te invitamos a descubrir sus colecciones en nuestras tiendas y dejarte sorprender por el lado más divertido del diseño.

Inspiración / March 20 2025

Noguchi: entre la forma escultural y la función cotidiana

“El arte debería integrarse con el entorno”.
Isamu Noguchi

En Casa Palacio nos encanta proponer nuevas tendencias, trabajar con nuevos productos y creadores, de la misma manera que disfrutamos tener en nuestras tiendas el trabajo de grandes maestros, que, de la misma manera que tenemos la oportunidad de ofrecerlos a nuestros clientes, son piezas que forman parte de importantes colecciones de museos en todo el mundo. Un caso muy especial ocurre con Isamu Noguchi y la mesa que lleva su nombre bajo el sello de Herman Miller.

Si aún no la conoces, te invitamos a nuestras tiendas para descubrir este clásico que se comenzó a producir en 1947, cuyo diseño es tan vigente y propositivo como al inicio. Esta mesa puede ser vista como una impresionante escultura moderna, igual de duradera que estética. Cada ángulo es diferente, su base de madera maciza es una lección de equilibrio y proporción. Puedes encontrar tres acabados diferentes: nogal, fresno blanco y negro.

La historia de este escultor y diseñador japonés-estadounidense nos apasiona. Además, tuvo una gran relación con México, donde su trabajo se vio influenciado por la cultura prehispánica y la tradición artística del país. Viajó a este país en 1936, periodo en el que se sumergió en el arte muralista y la escultura monumental. De esos años quedan los murales del Mercado Abelardo Rodríguez, en el centro de la Ciudad de México, un paseo que realmente te recomendamos. Una joya oculta del arte moderno en pleno casco histórico.

Cortesía INFGM

Cortesía INFGM

Noguchi nació en Los Ángeles, pero pasó parte de su infancia en Japón, donde absorbió la cultura japonesa y nació su pasión por la cerámica. Estudió escultura en Nueva York y más adelante se fue a París, donde fue discípulo de Constantin Brancusi.

A partir de los años 40, empezó a diseñar parques con juegos para niños, es ahí donde comenzó a plasmar lo que vemos poco después en la mesa para Herman Miller: la fusión perfecta entre la forma escultural y la función cotidiana. Su estudio y el museo que lleva su nombre, del otro lado de la calle, son sitios de peregrinación en Nueva York, donde acuden miles de visitantes para apreciar sus esculturas y mobiliario.

 

General / March 14 2025

Gio Ponti: El alma del diseño italiano visto por Taschen

Más que un arquitecto o diseñador, Gio Ponti fue un creador italiano de mundos. Su legado es una oda a la elegancia, la ligereza y la innovación, y ahora Taschen lo celebra con un libro que captura su espíritu visionario en toda su magnitud.

Desde la icónica Superleggera, una silla casi ingrávida, hasta la imponente Torre Pirelli, Ponti reinventó la manera en que habitamos los espacios. Su estética, siempre moderna pero con alma artesanal, dejó huella en casas, hoteles, objetos y hasta transatlánticos. Como fundador de Domus, su influencia trascendió el diseño para convertirse en un referente cultural.

Este volumen de Taschen no solo repasa su obra, sino que nos sumerge en su universo de formas puras, colores vibrantes y materiales innovadores. Un tributo esencial para quienes ven el diseño no solo como función, sino como poesía.

Descubre este y otros fantásticos libros de Taschen en nuestras tiendas de Casa Palacio y en línea. Y aprovecha para ver estas dos colecciones fantásticas que tenemos de Richard Ginori : las vajillas Impero Laberinto y Catena con un gran diseño firmado por Gio Ponti.

Inspiración / February 24 2025

Casa Balla: maximalismo futurista

Uno de los secretos mejor guardados de Roma, la casa del artista futurista Giacomo Balla, recientemente ha abierto sus puertas al público, develando un espacio donde se sobreponen una serie de patrones aplicados en mobiliario, vajillas, mosaicos, estanterías y, por supuesto, las obras de arte de su habitante original, generando una suerte de obra de arte total de un gran dinamismo estético.

Cortesía Fondazione MAXXI

Cortesía Fondazione MAXXI

Balla vivió este departamento en el distrito de Vittoria de 1929 a 1958. Este lugar no solo es importante por tratarse de la vivienda de uno de los mayores exponentes del futurismo, sino que también funciona como un laboratorio de ideas domésticas, desde su valiente paleta de colores hasta la saturación de cada uno de sus muros, con múltiples elementos que dialogan entre sí.

Cortesía Fondazione MAXXI

Cortesía Fondazione MAXXI

En Casa Palacio celebramos la originalidad y el toque personal en la manera en que se habitan los espacios, y nos encanta revisar proyectos icónicos de otras épocas como fuente de inspiración.

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