Este lugar nos ofrece tres cosas que jamás tendrán desperdicio: una buena sesión de dominó, comida yucateca y el ambiente único que solo podemos encontrar en una cantina. Se trata de la Riviera del Sur, cantina respaldada por la experiencia del grupo Pata Negra y que hace poco se sumó a la oferta de la colonia Roma para demostrar que, aunque no lo creas, sí hay vida más allá de la avenida Álvaro Obregón.
Recientemente la visitamos porque nos hablaron de su propuesta de interiorismo; pues bien, el lugar es una fusión entre un bar contemporáneo y una cantina clásica, y el diseño interior refleja este concepto. Para ello, el espacio cuenta con los elementos propios de aquellas cantinas que aún sobreviven en el centro: mesas de madera oscura, una barra enorme con las bebidas a la vista y por supuesto los obligados murales con paisajes tropicales; sin embargo, el proyecto también quería remitir al comensal a las cantinas de los años 70, por lo que se propuso darle un giro vintage al estilo general. El resultado es que por momentos, realmente sientes que viajaste 40 años atrás !
En cuanto a la comida, esta consiste en platos típicos de la cocina yucateca, bien preparados y mejor servidos. Te recomendamos especialmente los tacos de lechón y para los vegetarianos las quesadillas de hoja de chaya. Sobre las bebidas basta decir que cuentan con cualquier clásico cantinero: desde tequilas hasta una buena selección de mezcales. Lo mejor de todo es que los precios son muy accesibles, por lo que bien vale la pena visitarla. ¡Te la recomendamos!
Riviera del Sur
Chipas 174, colonia Roma Norte
Abierto todos los días de 13:00 a 2:00hrs





La Navidad es, quizá, la celebración que mejor revela quiénes somos dentro de nuestra propia casa. Es cuando las familias se reúnen alrededor de una mesa que ya tiene su propio relato; cuando los aromas de invierno se mezclan con luces tenues y tejidos cálidos; cuando las elecciones que hacemos durante el año encuentran sentido: la vajilla que reservamos para las ocasiones especiales, el florero que siempre pide flores frescas, la manta suave que invita a sentarse un poco más cerca.
En Casa Palacio pensamos en esos momentos al elegir cada pieza que forma parte de nuestro universo. Valoramos la producción artesanal, la nobleza de los materiales, la belleza de un diseño que envejece bien. Creemos que un objeto bien hecho transforma la experiencia cotidiana y que, en Navidad, esa transformación se vuelve aún más evidente: una mesa sostenida por madera trabajada con paciencia, cristalería que atrapa la luz como si fuera un gesto poético, textiles que suman capas de calidez a un espacio que se vuelve refugio.
Esta temporada queremos celebrar contigo la importancia de vivir rodeados de armonía y significado. Elegir con intención es una forma de cuidado: hacia nosotros, hacia quienes amamos y hacia los espacios que compartimos. Cada pieza seleccionada —una vela artesanal, un juego de cubiertos balanceado, un sillón pensado para conversar sin prisa— acompaña la esencia de estas fechas.
Gracias por permitir que Casa Palacio sea parte de tu hogar y de tus rituales más íntimos.
Que esta Navidad sea una invitación a habitar la belleza, a compartirla y a construir recuerdos que iluminen el año que viene.
La Ciudad de México vive una de sus temporadas culturales más activas, con una programación de exposiciones de arteque dialogan con la historia, la memoria y el presente. Si estás planeando un recorrido cultural durante estas vacaciones, estos museos y muestras imperdibles ofrecen una excelente manera de redescubrir la ciudad a través del arte.
En el Museo Tamayo Arte Contemporáneo se presenta Alien Queen / Paraíso Extraño, la exposición más ambiciosa hasta ahora de la artista mexicana Manuela Solano. A través de más de treinta pinturas de gran formato, Solano explora temas como identidad, memoria y cultura pop, retratando personajes reales y ficticios que marcaron las décadas de los años ochenta, noventa y dos mil. La muestra estará abierta hasta el 4 de enero de 2026.

También en el Tamayo, Futuros Arcaicos propone una reflexión sobre el pasado y el porvenir a partir de obras inspiradas en lo cósmico, lo mitológico y lo ancestral, reuniendo piezas de la colección del museo y préstamos de otros acervos.

El Museo de Arte Carrillo Gil presenta Gunther Gerzso. Algo en común con el pasado, una revisión de la obra de uno de los grandes referentes de la pintura mexicana del siglo XX. La exposición reúne más de cuarenta piezas que muestran su lenguaje pictórico y su constante diálogo entre lo moderno y lo ancestral.

Para quienes buscan una experiencia distinta, el Museo Nacional de Arte (MUNAL) ofrece Bajo el signo de Saturno. Adivinación en el arte, una exposición con más de 200 obras que exploran la astrología, el espiritismo y el simbolismo esotérico en el arte del siglo XIX a la actualidad.


Finalmente, en el Museo Palacio de Bellas Artes continúa Lilia Carrillo. Todo es sugerente, una retrospectiva que reúne más de cien obras de una de las artistas más importantes del arte mexicano moderno.

Estas vacaciones son el momento ideal para recorrer estas exposiciones, reconectar con la ciudad y dejarse inspirar por el arte en todas sus formas.
Si hay un nombre capaz de unir crítica social, elegancia visual y un sentido del humor absolutamente mexicano, es el de Abel Quezada. Considerado uno de los artistas más singulares del siglo XX, Quezada —nacido en Monterrey en 1920— transformó el dibujo, la caricatura política y la ilustración en auténtica crónica cultural. Su trazo limpio y su mirada aguda lo hicieron imprescindible en periódicos como Excélsior, Ovaciones y Novedades, además de llevarlo a colaborar con The New Yorker en los años ochenta.

Autodidacta y siempre curioso, Quezada encontró en las grandes ciudades —sobre todo Nueva York— una fuente inagotable de inspiración: calles caóticas, arquitectura vibrante, personajes diminutos y escenas cotidianas convertidas en poesía visual. Aunque su reputación se consolidó desde el periodismo, su obra pictórica revela una faceta íntima y sorprendente: colores atmosféricos, composiciones sensibles y un ojo atento a lo que define la vida urbana.

Su legado es esencial para comprender la evolución del dibujo y la caricatura en México, desde el humor político hasta la representación moderna de lo cotidiano. Sus personajes —“el tapado”, “la dama de las Lomas”, “Solovino”— forman parte de la memoria colectiva.

Por eso resulta tan relevante la exposición Memorias visuales de Abel Quezada end a galería Proyectos Monclova, una oportunidad excepcional para reencontrarse con su obra desde una perspectiva fresca y contemporánea.

Todas la imágenes: Proyectos Monclova
La muestra estará abierta hasta el 20 de diciembre; quedan pocos días para visitarla. Si te interesa el arte mexicano, el dibujo, la sátira o simplemente disfrutar del genio de un observador único, esta exposición es imprescindible.
Cuando pensamos en decorar nuestra casa, solemos concentrarnos en colores, muebles o tendencias. Sin embargo, existe un principio fundamental que puede definir por completo la armonía de una habitación: el equilibrio visual. Entenderlo —y aplicarlo— es una de las herramientas más efectivas para lograr espacios acogedores, funcionales y estéticamente sólidos.
El equilibrio visual consiste en distribuir los elementos de un ambiente de manera que ninguno “pese” demasiado. No se trata de simetría estricta, sino de crear una sensación de calma y cohesión. Para lograrlo, conviene pensar en el espacio como un conjunto de volúmenes, alturas y texturas que dialogan entre sí.
Un primer paso es observar la habitación vacía e identificar su punto focal: puede ser una ventana, una obra de arte, un sillón, una lámpara escultórica o una mesa con presencia. A partir de ahí, el resto de los objetos deben acompañar ese protagonismo sin competir con él.
También es útil jugar con equilibrios de contraste: si tienes un mueble robusto, complétalo con accesorios más ligeros; si la paleta es neutra, incorpora una pieza con color o textura para evitar la monotonía. Las alfombras, cojines, cerámicas, lámparas y arte —todas categorías presentes en Casa Palacio— son herramientas perfectas para ajustar ese balance sin grandes cambios estructurales.

Por último, recuerda que el equilibrio no significa rigidez. Un espacio bien diseñado debe sentirse natural, fluido y personal. Deja que tus piezas favoritas respiren, combínalas con intención y permítete moverlas hasta que todo encaje. A veces, una pequeña decisión puede transformar por completo la energía de tu hogar.