Hay libros que se disfrutan página a página y otros que también transforman un espacio. Aspen Style de Assouline pertenece a ambas categorías: es una invitación a explorar uno de los destinos invernales más emblemáticos del mundo y, al mismo tiempo, un objeto que aporta carácter a cualquier mesa de centro o biblioteca.

Aspen, hoy sinónimo de nieve, cultura y estilo de vida sofisticado, comenzó como un pequeño pueblo minero. Con el tiempo se convirtió en refugio de escritores, músicos, empresarios y viajeros que encontraron en sus montañas algo más que un destino de esquí. Aspen Style recorre esta historia a través de imágenes actuales y de archivo, mostrando hoteles históricos, arquitectura icónica y rincones que revelan la esencia del lugar. La introducción de Aerin Lauder aporta una mirada íntima que enmarca el espíritu de la comunidad.

En sus páginas conviven interiores cálidos, paisajes nevados y detalles que definen la estética alpina contemporánea. Es un libro ideal para inspirarse antes de un viaje, para descubrir nuevas ideas de decoración invernal o simplemente para disfrutar del encanto visual que Assouline domina tan bien.

Como regalo, funciona para quienes aman el invierno, la montaña o el diseño; y como pieza decorativa, aporta presencia y un toque editorial a cualquier sala. Aspen Style es una forma sencilla de traer un poco del ambiente de Colorado a casa, incluso si la nieve queda lejos.

Ven a Casa Palacio y descubre en nuestra biblioteca la colección Assouline.

El invierno invita a quedarnos en casa, a encender velas, preparar algo caliente y rodearnos de aquello que nos hace sentir bien. Pero también es la temporada perfecta para renovar los espacios y añadir detalles que aporten calidez, personalidad y diseño. En Casa Palacio creemos que cada rincón merece un gesto de estilo, especialmente cuando bajan las temperaturas.

El primer paso para un hogar invernal es la textura. Mantas de lana merina, cojines en tonos cálidos y alfombras que abrigan no solo aportan confort, sino que elevan visualmente cualquier sala. Las fibras naturales —cashmere, algodón, lino pesado— crean capas que invitan a quedarse.

Manta de espiga color gris de Euromant

Cojín decorativo Skyler de Ralph Lauren Home Collection

La iluminación es otro elemento clave. Lámparas de mesa, piezas escultóricas y velas perfumadas generan atmósferas íntimas y sofisticadas. Un solo punto de luz bien elegido puede transformar por completo un espacio. Esta temporada, apuesta por tonos ámbar y diseños cálidos que suavicen el invierno.

Lámpara portátil de mesa Bell de Tom Dixon

En la mesa, los detalles hacen toda la diferencia. Una vajilla de autor, cristalería fina y centros de mesa con flores de temporada convierten una cena cotidiana en un momento especial. Incluso una simple bandeja o un juego de tazas de diseño pueden elevar tus rituales diarios.

Bandeja Octogone de Baccarat

Los aromas también contribuyen al ambiente: fragancias con notas amaderadas, especiadas o herbales evocan hogares acogedores y celebraciones familiares.

Vela decorativa Gabriel de Trudon

No olvides la compañía de un buen libro. ¡O varios!

Libro Diseño Escandinavo de Taschen

Este invierno, déjate envolver por la calidez del diseño y descubre cómo pequeños detalles pueden transformar completamente tu hogar. Casa Palacio te espera para inspirarte.

Si alguna vez has entrado a una casa que “simplemente se siente bien”, probablemente no era casualidad: el diseño estaba trabajando silenciosamente a favor del espacio. La buena noticia es que no necesitas una gran esfuerzo para lograrlo. Pequeños acentos bien elegidos pueden transformar tu hogar y hacer que disfrutes más de vivir rodeado de belleza.

Empieza por una pieza protagonista en cada habitación: una silla con personalidad, una lámpara escultórica o una mesa auxiliar firmada por un creador reconocido. Estas piezas anclan la mirada, equilibran el ambiente y aportan ese toque curatorial que distingue a los hogares con estilo.

Alessi

Timothy Oulton

En la sala o el comedor, un florero de cristal , una bandeja de diseño o una escultura discreta pueden cambiar por completo la atmósfera. Los objetos decorativos no solo llenan un espacio: cuentan historias, aportan color y generan una sensación de armonía.

Tom Dixon

Arteriors

Qeeboo

La cocina también merece diseño. Un utensilio firmado por un diseñador, una tetera icónica o una vajilla especial convierten las tareas diarias en pequeños rituales estéticos. El diseño cotidiano es el más poderoso: te acompaña, te sirve y te inspira.

Alessi

Smeg

En el dormitorio, textiles con textura, una luminaria de líneas limpias o un espejo con carácter aportan calidez sin saturar. Lo importante es elegir piezas que te hablen a ti, que reflejen tu estilo y que te hagan sentir en casa.

Calvin Klein Home

Incorporar diseño es más sencillo de lo que parece: solo necesitas una pieza especial por espacio. El resto se acomoda a su alrededor. Y cuando lo haces, tu hogar deja de ser un lugar… y se convierte en una experiencia. Visítanos en Casa Palacio y déjate inspirar por esos detalles.

En el universo del diseño hay fronteras que, francamente, a nadie le interesa respetar. Y qué bueno. Porque cuando un arquitecto decide bajar de escala y diseñar una silla, o cuando un diseñador industrial se atreve a imaginar un edificio completo, el resultado suele ser algo extraordinario: piezas que cambian la manera en que habitamos y que transforman lo cotidiano en diseño con mayúscula.

Alvar Aalto

Michael Graves

Jean Prouvé

Los arquitectos, por ejemplo, tienen una obsesión maravillosa por la proporción y la geometría. Cuando aplican ese rigor a un objeto, aparecen iconos eternos. Ahí están Alvar Aalto con sus muebles curvados en madera, Mies van der Rohe y su impecable silla Barcelona, Michael Graves con objetos cargados de humor posmoderno, Jean Prouvé o Charles y Ray Eames, quienes demostraron que una silla podía tener alma. También Achille Castiglioni y Arne Jacobsen, que convirtieron lámparas y sillas en pequeños manifiestos de arquitectura moderna.

Charles & Ray Eames

Achille Castiglioni

Al mismo tiempo, hay diseñadores de objetos que sueñan en grande. Ron Arad, Philippe Starck o Tom Dixon empezaron creando piezas casi escultóricas, pero pronto llevaron su lenguaje a espacios completos: hoteles, restaurantes, casas y hasta edificios que parecen prolongaciones naturales de sus muebles. Patricia Urquiola, por su parte, ha logrado algo único: un estilo cálido y contemporáneo que funciona tan bien en una silla como en un hotel de lujo.

Ron Arad

Philippe Starck

Cuando unos se vuelven pequeños y otros se hacen enormes, el diseño se vuelve más interesante, más lúdico, más humano.

Y en Casa Palacio celebramos precisamente esa libertad creativa: aquí encontrarás piezas de muchos de estos grandes nombres, listas para convertirse en protagonistas de tu espacio. Porque cuando las ideas cruzan fronteras, los objetos se vuelven arquitectura… y la arquitectura se vuelve parte de tu vida.