El año está por terminar… pero la temporada de los deportes de nieve apenas inicia. Aunque en nuestro país existen algunos lugares donde se puede esquiar en pistas artificiales, los verdaderos apasionados del esquí saben que las mejores estaciones están en el extranjero. Tradicionalmente los mexicanos han optado por viajar a Vail, pero nosotros queremos proponerte otros destinos. A continuación nuestros favoritos:
Las estaciones más famosas del país nipón se encuentran en la isla de Hokkaido; en el caso del pueblo de Niseko, este es famoso porque las tormentas de nieve que llegan desde Siberia permiten esquiar todo el año. Eso sí: la mayoría de sus pistas son para esquiadores expertos, aunque cuentan con algunas zonas para principiantes.
Dentro del Parque Nacional Banff existen varias zonas con las estaciones de esquí más célebres de este país. Lo mejor es que aquí no solo se trata de esquiar: hay museos, restaurantes e incluso aguas termales para relajarte después de tomar sus famosas bajadas.
Se trata de un resort que abre en invierno. Lo que nos gusta de este lugar es que cuenta con la mejor escuela de esquí en EEUU, lo que lo hace el destino ideal para quienes se inician en este deporte, además de que los paisajes son espectaculares.
Cualquier pretexto es bueno para viajar a este país sudamericano y eso incluye ir a esquiar. Nuestra sugerencia es que te olvides de Bariloche y mejor vayas al valle de Las Leñas al sur de Mendoza y al pie de los Andes. Se trata del área de esquí más importante de Argentina, por lo que cuenta con estupendas estaciones. También vale la pena visitarlo durante el invierno austral (es decir: nuestro verano).
¿Esquí en Hawái? Así es; aunque estas islas son famosas por sus playas, debido a la altitud de sus montañas, es posible encontrar nieve. Su temporada de esquí es a finales de enero y todo febrero, cuando caen nevadas en las montañas más altas. A la única cumbre que se puede acceder para esquiar debido a que cuenta con una carretera es el volcán Mauna Kea. Se trata de toda una experiencia: nieve por la mañana, mar por la tarde.
En el corazón de Santa María la Ribera, uno de los barrios más antiguos y llenos de historias de la Ciudad de México, se alza un edificio que parece fuera del tiempo. Su estructura de hierro y vidrio, construida en 1902 para una exposición en Düsseldorf, viajó a México a principios del siglo XX. Aquí se convirtió primero en el Pabellón Japonés de la Exposición de 1910, después en el Museo de Historia Natural, y desde 1975, bajo el resguardo de la UNAM, en el Museo Universitario del Chopo.
TEN Arquitectos
TEN Arqiutectos
La restauración y ampliación realizada por Enrique Norten en 2010 lo dotó de nuevos espacios sin borrar su esencia industrial, convirtiéndolo en un emblema arquitectónico y cultural. Hoy, al cumplir 50 años como museo universitario, el Chopo se consolida como un espacio donde convergen el arte contemporáneo, la memoria y la experimentación.
Actualmente, el museo ofrece tres exposiciones imperdibles. La imagen interceptada, de Carla Rippey, nos invita a explorar archivos visuales que se transforman en nuevas narrativas. Era un árbol y se convirtió en un bosque celebra su propia historia: cinco décadas de proyectos, comunidades y apuestas artísticas que han dado forma a su identidad. Y Un solo latido – Xa jun ruk’oxomal qanima, de Rosa Elena Curruchich y Angélica Serech, dialoga entre pintura y textil para honrar las memorias y resistencias de mujeres mayas kaqchikeles.
Carla Rippey
Carla Rippey
Un solo latido – Xa jun ruk’oxomal qanima
Un solo latido – Xa jun ruk’oxomal qanima
Visitar el Chopo es también una excusa perfecta para pasear por Santa María la Ribera: caminar por sus calles arboladas, detenerse en el Kiosco Morisco y descubrir cafeterías y librerías que hacen de este barrio un destino obligado.
Caminar por Polanco es descubrir que la ciudad guarda tesoros que solo se revelan a quien se detiene, observa y se deja llevar. Este 16 de agosto, Circuitos ZⓢONAMACO 04 | POLANCO invita a vivir la colonia desde otra perspectiva: la del arte y el diseño.
La ruta es un mapa vivo donde cada parada abre una historia. Desde las piezas contemporáneas del Museo Tamayo y el Museo de Arte Moderno, hasta el diálogo entre espacio y escultura en Proyectos Monclova, o la potencia visual de la Sala de Arte Público Siqueiros, el recorrido es una oportunidad para dejar que los propios artistas y galeristas nos guíen en un viaje de ideas, texturas y emociones.
En cada espacio, el arte se convierte en una brújula que nos lleva a rincones inesperados: pasajes tranquilos, fachadas con carácter, cafeterías que parecen pausas diseñadas para pensar en lo que acabamos de ver. Polanco, con su mezcla de vanguardia y tradición, es el escenario perfecto para descubrir que la ciudad también se vive con los pies y la mirada.
Y ya que estás aquí, deja que la inspiración continúe; recuerda que a solo unos pasos, Casa Palacio Antara te espera para seguir explorando propuestas de mobiliario, arte y diseño que transforman la forma en que habitamos el mundo.
Consulta el programa actividades aquí.
Desde 1845, Yves Delorme es sinónimo de lujo, tradición y excelencia en lencería de hogar. Esta firma francesa ha sabido preservar el savoir-faire artesanal mientras apuesta por el diseño contemporáneo y materiales sostenibles, como el algodón orgánico peinado de fibra larga.
Cada colección nace en talleres franceses donde la belleza, el detalle y la calidad son prioridad. En su más reciente propuesta, Yves Delorme nos invita a descubrir un nuevo estilo para tu habitación, a través de tres colecciones que celebran la naturaleza con una mirada artística y sensorial:
Evoca siluetas de flores bajo una luna tenue. Sobre satén de algodón con un brillo natural y un tacto sedoso, se funden tonalidades de azul medianoche, arena y cielo. Moderna, evocadora, sofisticada.
Es un homenaje a los mundos acuáticos y a la imaginación. Con ilustraciones a lápiz y acuarela, presenta un universo de ninfas y plantas marinas, impreso en batista ligera: fresca, delicada y duradera.
Sugiere la danza luminosa de luciérnagas al atardecer. Con pinceladas en verde suave y lila, esta colección juega con la percepción y la poesía sobre satén luminoso.
Visítanos en Casa Palacio Antara y Santa Fe, y transforma tu espacio con piezas que combinan arte, sostenibilidad y elegancia. Yves Delorme no solo viste tu cama: es una experiencia sensorial.
El Museo Franz Mayer abre sus salas a Japón: del mito al manga, una colaboración con el Victoria & Albert Museum de Londres que explora el imaginario japonés desde sus raíces ancestrales hasta la vibrante cultura pop contemporánea.
La exposición se articula en cuatro universos —Cielo, Mar, Bosque y Ciudad— y reúne más de 150 piezas que abarcan grabados de Hokusai, tallas en madera, moda, origami, animación y diseño. Entre sus joyas destaca La gran ola de Kanagawa, el célebre grabado de Hokusai, que se presenta por primera vez en México. El recorrido también rinde homenaje a íconos globales como Totoro, Hello Kitty o Pokémon, integrándolos en un diálogo entre tradición y modernidad.
Más que una muestra, es una experiencia multisensorial que revela cómo mitos, héroes populares y tecnología conviven en una narrativa visual única, capaz de cautivar tanto a amantes del arte como a familias enteras.
Del 8 de agosto al 30 de septiembre de 2025
Museo Franz Mayer, Av. Hidalgo 45, Centro Histórico, Ciudad de México