
La casa belga Spiridon se distingue por crear lámparas a partir del diseño y la manufactura tradicional de oriente, pero reinterpretados bajo el ojo del modernismo europeo. El resultado son imaginativas obras de arte. Platicamos con los genios, padre e hijo, detrás del concepto.
Las lámparas de la casa belga Spiridon son producto de una singular filosofía: emplear los métodos tradicionales que los artesanos de las riberas del Nilo han usado desde tiempos inmemoriales, pero aplicados a diseños contemporáneos. Platicamos con Nadim Spiridon, diseñador y fundador de la marca, y con su hijo Wissam, heredero de su talento y pieza clave en el desarrollo de la misma. Ambos nos hablaron de la visión única que guía su trabajo.
Cuéntenos cómo surge Spiridon…
Nadim: Fundé la empresa en 1984 inspirado por un viaje que hice a Egipto con mi padre después de terminar mis estudios, pues me interese en la joyería ancestral y el trabajo en vidrio propio de aquella parte del norte de África. Con el tiempo me fui involucrando más y más en otras formas de artesanía que aún están presentes en la vida diaria de los egipcios, y así fue como realicé colecciones de mobiliario y tapices. Finalmente, viajé al corazón de Egipto para estudiar su cerámica, pues esta aún es parte de la vida diaria a lo largo del Nilo. Se trata de técnicas que ya se usaban desde 2000 años A.C.
Wissam, ¿qué nos puedes decir de la marca?, ¿y qué papel juegas en ella?
Wissam: Hoy en día es una empresa que cuenta con una enorme colección de lámparas, todas hechas a mano. Mi papel es continuar descubriendo nuevas técnicas y materiales para realizar los modelos más exclusivos. Nuestro cliente y socio, Maison&Objet, ha sido muy importante para el desarrollo de la marca, así como nuestros clientes alrededor del mundo, pues constantemente nos hacen sugerencias o nos hablan de sus propios tesoros culturales. El motor principal que guía a Spiridon es el amor por la cultura oriental y el intercambio de ideas con nuestros compradores.
¿Y cuál es la actividad principal de Spiridon?
Wissam: La creación de lámparas. Para garantizar la exclusividad, tenemos nuestros propios talleres que se encargan de dar forma a las estructuras de metal, hornear el vidrio, cortar el cristal, montarlo, etc. Todo es hecho a mano.
¿Cómo defines tu concepto de iluminación?
Nadim: Se trata de un concepto de diseño de iluminación arquitectónico; la intención es vestir el espacio con luz; crear espacios y ambientes únicos, exclusivos. Nos centramos más en el efecto que en la luz en su estado puro.
¿Cuáles son los mercados más importantes para la marca?
Wissam: Francia representa el 20%, nos encuentras en Maison & Objet de Paris; después está Inglaterra, Japón, las naciones del Golfo Pérsico, y por supuesto, esperamos entablar una gran relación y amistad con México.
Hay materiales que no pasan de moda, que cuentan historias sin palabras. El mármol es uno de ellos. Con sus vetas únicas y su tacto frío, invita a vivir rodeados de belleza natural, de piezas que respiran autenticidad.
En un mundo acelerado y digital, volver a lo noble es casi un acto de equilibrio. El mármol —piedra milenaria formada en las profundidades de la tierra— nos recuerda la importancia de lo esencial: lo que perdura, lo que no se fabrica en serie, lo que mejora con el tiempo.
Mesa Invictus de Timothy Oulton
Integrar mármol en el hogar no requiere grandes gestos. Una mesa lateral, una lámpara con base de piedra o un accesorio decorativo pueden transformar un espacio. Su presencia aporta calma, frescura y esa sensación de lujo silencioso que solo los materiales naturales transmiten.
Cada veta, cada tono, es irrepetible. Por eso, al elegir piezas con mármol, no solo decoramos: también conectamos con algo más profundo, con la materia viva del mundo.
Figura decorativa de piedra Byung C de Rasttro
En Casa Palacio, los objetos elaborados en mármol —mesas, bandejas, portavelas o lámparas— nos invitan a vivir con intención, rodeados de textura, historia y elegancia natural.
Escultura Monopoly de Arteriors
Jabonera de piedra de Aquanova
Dispensador de jabón de mármol de Andrea House
Porque el verdadero lujo no se impone: se siente.
Dos iconos del diseño se unen para crear una colección que celebra la precisión, la innovación y la belleza funcional. Porsche —símbolo de ingeniería y estilo automotriz— y SMEG, la firma italiana reconocida por convertir los electrodomésticos en piezas de diseño, presentan Porsche x SMEG, una colaboración donde el rendimiento se encuentra con la elegancia cotidiana.
Disponible exclusivamente en Casa Palacio y en seleccionadas tiendas El Palacio de Hierro, esta colección incluye refrigerador, cafetera, licuadora, tostadora y hervidor eléctrico, reinterpretados bajo la filosofía Driven by passion, refined by design.
Inspirada en el mármol de Carrara, esta línea destaca por su tono off white luminoso y sus acentos en negro mate. Una propuesta de pureza y proporción que evoca la precisión estética de Porsche, perfecta para quienes aprecian la sobriedad atemporal.
Contemporánea y sofisticada, su color verde profundo revela matices que cambian con la luz. Una colección que combina elegancia discreta, tecnología y un carácter moderno inconfundible.
Rojo como la victoria, icónico como el número 23. Esta pieza rinde homenaje al legendario Porsche 917 KH, ganador de Le Mans en 1970. Con franjas de competición, detalles en negro mate y placa numerada, el FAB28 917 Salzburg es una joya del diseño funcional: una edición limitada a 1,970 unidades, creada para los amantes de la historia y la precisión.
Descubre Porsche x SMEG en Casa Palacio, donde la pasión por el diseño se transforma en un estilo de vida.
Desde hace más de un siglo, el nombre Lalique evoca una idea clara: la unión perfecta entre arte, lujo y diseño. Fundada en Francia por René Lalique, joyero y maestro vidriero, la casa transformó el cristal en un material lleno de expresión, luz y movimiento. Lo que comenzó como una firma de joyería se convirtió en un referente mundial de decoración, alta perfumería y arte en vidrio, admirado por coleccionistas y amantes del diseño interior.
Hoy, cada pieza Lalique combina tradición artesanal y una visión contemporánea del lujo. En Casa Palacio, puedes encontrar desde el icónico jarrón y el centro de mesa Bacchantes —con su emblemático relieve de figuras femeninas— hasta el elegante Centro de Mesa Champs-Élysées, inspirado en las hojas que bordean la avenida parisina.
El pez en cristal ámbar, diseñado en 1913, es otro clásico que simboliza la buena fortuna y sigue siendo una joya del diseño moderno. Las figuras decorativas, como el cisne o el caballo Kazajo, reflejan la pureza del cristal y la maestría de los artesanos de la casa. Cambiando de escala radicalmente, sin perder la esencia de la casa y su pasión por el cristal, la mesa Cactuds es un espectáculo digno de museo.
Más allá de la decoración, cada creación Lalique encierra una historia: la del oficio, la belleza y la búsqueda de perfección. Son piezas que no solo adornan un espacio, sino que lo llenan de luz, carácter y elegancia atemporal.
Descubre la colección Lalique en Casa Palacio y lleva a tu hogar una obra maestra de cristal.
Vivir con cristal es aprender a habitar la luz. Este material noble, tan antiguo como el fuego y tan moderno como el diseño contemporáneo, transforma los espacios con su juego de transparencias, reflejos y destellos. En él se revela un arte silencioso: el de atrapar la claridad y devolverla multiplicada, coloreando cada rincón con sutileza.
En Casa Palacio, el cristal se convierte en una declaración de estilo. Firmas legendarias como Lalique, con su herencia francesa de formas escultóricas; Reflections Copenhagen, que combina audacia geométrica y color; Baccarat, sinónimo de lujo y precisión artesanal; LSA International, que celebra la pureza de las líneas contemporáneas; y Villeroy & Boch, que equilibra tradición y modernidad, nos invitan a descubrir un universo donde la transparencia es sinónimo de sofisticación.
Un centro de mesa de Baccarat, un florero de LSA o un jarrón de Lalique no solo decoran: capturan la esencia del espacio. Cada pieza refleja —literalmente— la personalidad de quien la elige. La luz que atraviesa un vaso o un cenicero de cristal no es solo un detalle estético; es un gesto cotidiano de belleza, un recordatorio de que lo esencial también puede brillar.
Incorporar cristal en el hogar es apostar por la armonía y la claridad. De día, colorea con reflejos los muros; de noche, convierte cada destello en un instante mágico. Descubre la magia del cristal en las tiendas Casa Palacio y deja que la luz hable en tu hogar.