Se trata de uno de los galeristas más importantes del país: entre su catálogo de artistas están, entre otros, Cuevas, Soriano, Carrington y Tamayo. Y es que el apellido de su familia está ligado al de los grandes artistas mexicanos, ya que en lo que fuera originalmente una tienda que vendía libros y revistas, Misrachi Magazines, un grupo de jóvenes pintores comenzó a vender su obra; estos artistas eran Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, Orozco y Coronel, nombres que cambiarían el rostro del arte mexicano. Sin duda, fue un placer encontrarnos con él y platicar de todo esto.
Carlos, ¿qué tanto pesa el apellido Misrachi?
Estás hablando de una tradición de casi 90 años: todo empezó en 1928, con Misrachi Magazines, una tienda donde habían libros, revistas y… acuarelas de Diego Rivera pegadas con chinches que se vendían a 10 pesos. Era una época en la que se pintaba por autentico amor al arte y los artistas vivían al día. Por ejemplo, guardamos una carta muy simpática de Frida en la que decía: “vale por 25 pesos que tomé de la caja para comprar dos pericos para Diego”, su situación era precaria!
Tuviste la fortuna de conocer a varios de ellos, ¿qué recuerdos tienes?
Con quien tuve la mejor relación fue con Siqueiros, yo lo adoraba y le decía tío; fue un hombre extraordinario e inteligente; era comunista en serio, no de café, y si a los 18 años tú te sentabas con él y no te convertía al comunismo es que estabas sordo. Como su fan lo considero el pintor al que menos se le ha reconocido en México. Sorprendentemente su obra se cotiza por debajo de un Tamayo e incluso un Toledo, esto a pesar de ser uno de los siete artistas que por decreto se consideran tesoros nacionales junto a Rivera, Kahlo, Tamayo, Saturnino Herrán, Velasco y el Dr. Atl.
¿Qué recuerdas de Tamayo? Él fue testigo en tu boda, debes tener muy buenos recuerdos…
¡Pero fue por mi papá! Él era quien tenía la relación porque jugaban canasta, por cierto, siempre se dejaba ganar porque si no Tamayo armaba un drama. Entonces, cuando le pregunté por qué sería mi testigo mi padre me dijo: “él firma primero y luego tus amigos.”
También sabemos que eres cercano a Cuevas.
Cuevas, como ser humano, es uno de mis favoritos. Como pintor fue muy polémico, recuerda su mural efímero. Es un gran dibujante, sus trazos son extraordinarios, es muy fácil de reconocer, como pasa con Picasso o Tamayo. Lo admiro como amigo y por ser leal, algo que se ve poco en este medio.
¿Cómo es el trabajo de un galerista en esta época?
Hay un libro extraordinario que debes leer: Seven days in the art world (de Sarah Thornton) que explica la importancia del galerista y de las cosas que suceden en el mundo del arte: por qué los precios o por qué el galerista debe trabajar junto al artista, algo que a mi se me hace muy difícil. Por ejemplo, mi papá era un caballero y sus acuerdos eran de palabra y sin contrato, pero hoy eso no funciona, forzosamente tiene que haber un contrato que incluya colmillos… ¡y hasta veneno!, y a pesar de esto muchos artistas no sólo no cumplen, sino que hacen todo lo que se acordó que no hicieran. Y mira que nosotros no tenemos ninguna deuda con ellos, siempre se les paga en cuanto su obra se vende. Es un mundo complicado en el que no se le da su lugar al verdadero galero.
Pero sin duda, la pasión por el arte está ahí, es algo irrenunciable, ¿verdad?
Mi papá me decía “estamos en el negocio equivocado, pero lo amo”. Lo mismo opino; yo podría ser político y ganar mucho dinero, pero prefiero estar en un negocio que amo. Hay que luchar, pero sobre todo, descubrir nuevo talento.
Háblanos de la escena actual: ¿a qué artistas tendríamos que voltear a ver?
Propondría a Chac, un pintor oaxaqueño que es parte de la galería; está también Diego Ramos; le haría honor a Águeda Lozano, extraordinaria, la única artista mexicana (si es?) que tiene una escultura en una plaza pública de París, y que es poco conocida porque vivió allá 40 años.
Por último, ¿cómo ha sido la relación con Casa Palacio?
Ha sido extraordinaria, Ignacio Reynoso es alguien a quien aprecio mucho y ha sido mi amigo de toda la vida. Hemos estado con ustedes desde el inicio por lo que sentimos a Casa Palacio como nuestra casa.
En Casa Palacio creemos que el diseño también se celebra. Y qué mejor momento que las fiestas patrias para reconocer el talento de los creativos que, desde México, están marcando pauta en el mundo del interiorismo, la joyería y los objetos de lujo.
Trabajamos con marcas que representan lo mejor de nuestra cultura de diseño: piezas creadas con materiales de la más alta calidad, muchas veces locales, y elaboradas por manos de maestros artesanos que convierten cada objeto en una obra para toda la vida. Cada una de las marcas mexicanas con las que trabajamos refleja lo que más nos inspira: creatividad, historia y un profundo respeto por los oficios.
Nuestros interioristas seleccionaron cinco firmas mexicanas que vale la pena celebrar este mes patrio:
Del Toro Mu: Cama King Size Adela.
Este 15 de septiembre, acompaña tu celebración con el orgullo de llevar a casa piezas que cuentan historias y representan lo mejor del diseño hecho en México.
Alessandro Mendini (1931 – 2019) fue mucho más que un diseñador: arquitecto, crítico y teórico, transformó el panorama del diseño internacional al dotar los objetos cotidianos de ironía, color y poesía. Figura central del posmodernismo y del movimiento radical italiano, Mendini siempre buscó que el diseño hablara tanto de cultura como de funcionalidad.
Entre sus creaciones más emblemáticas está Anna G. para Alessi, el célebre sacacorchos con forma de mujer, convertido en un ícono del diseño de los años 90 y hoy disponible en Casa Palacio. Una pieza que demuestra cómo un objeto utilitario puede transformarse en un símbolo lleno de humor y estilo. Después del éxito de Anna G., Mendini hizo la versión Autorretrato, que también podrías encontrar en nuestras tiendas.
Su trayectoria, sin embargo, va mucho más allá: Mendini rediseñó una moto Kawasaki y un Fiat Panda, intervino relojes Swatch, y firmó piezas tan diversas como muebles, joyería, objetos de vidrio y proyectos arquitectónicos. Colaboró con marcas internacionales que hoy también forman parte del catálogo de Casa Palacio, como Kartell, Magis, Glas Italia y Qeeboo, consolidando su influencia en distintas generaciones de diseñadores.
Adquirir un diseño de Mendini no es solo llevar un objeto a casa: es acercarse a una visión lúdica y profundamente culta del diseño, donde la belleza se encuentra en lo inesperado. Y en Casa Palacio, esa creatividad se hace tangible en piezas que siguen marcando historia.
El diseño de interiores no se trata solo de decorar, sino de crear espacios que inspiren y hagan más cómoda la vida cotidiana. En Casa Palacio, creemos que cada detalle cuenta y que una buena elección puede cambiar por completo la atmósfera de tu hogar. Aquí te compartimos cinco consejos prácticos para transformar tus espacios con estilo, funcionalidad y personalidad.
La luz define ambientes. Una lámpara no solo ilumina, también es un objeto de diseño. Opta por piezas que sean protagonistas, como la Taccia de Flos, un modelo clásico de Achille Castiglioni.
Una silla puede ser un ícono de diseño y al mismo tiempo un objeto funcional. Modelos como Poêle de Alessi, creada por Philippe Starck, con un juego sofisticado de madera y acera.
Los cojines, tapetes y cortinas son la forma más rápida de renovar un ambiente. Apuesta por materiales nobles y colores neutros como base, y agrega acentos vibrantes para dinamizar el espacio. Este cojín con juegos geométrico de Nataly Rodríguez es el ejemplo ideal.
Objetos funcionales pueden ser piezas de arte. El sacacorchos Anna G de Alessi, por ejemplo, no solo sirve en la cocina: es un verdadero statement decorativo que despierta conversación. Todo un clásico del diseño industrial firmado por Alessandro Mendini.
Elige objetos que trasciendan tendencias. Una mesa bien diseñada o un sofá de líneas limpias se convierten en el corazón de la casa y acompañan por años. La mesa de comedor Axel de Timothy Oulton reúne a la perfección esas cualidades.
Visítanos en nuestras tiendas Casa Palacio Antara y Santa Fe, y descubre estas y otras piezas que harán de tu hogar toda una declaración de principios.
Philippe Starck (París, 1949) es uno de los diseñadores más influyentes de la historia reciente. Con un estilo irreverente, ingenioso y siempre con humor, ha creado desde hoteles y yates hasta objetos cotidianos que transforman cualquier espacio. Su filosofía: el diseño debe ser democrático, funcional y sorprendente.
En Casa Palacio, algunas de sus colaboraciones más emblemáticas están disponibles para llevar un pedazo de esta creatividad a tu hogar:
Baccarat: lámparas y candelabros icónicos como la Bon Jour Versailles, que mezclan lujo clásico con un toque contemporáneo, o el modelo Harcourt my Fire, donde lo neoclásico se encuentra con la ironía sutil de Starck, reinterpretando los valores de la marca con humor y sofisticación.
Alessi: objetos que reinventan lo cotidiano, como el exprimidor Juicy Salif, donde funcionalidad y arte se encuentran; y la nueva línea Poele, que incluye sillas, bancos y un perchero que combinan magistralmente madera y metal para un diseño elegante y práctico.
Flos: iluminación que es poesía y utilidad; piezas como Bibliothèque Nationale, perfecta para apilar libros, o Gun, cuya base reproduce una pistola, reflejan la irreverencia y creatividad de Starck.
Kartell: muebles y accesorios de plástico transparente y colorido, donde innovación y diversión se unen, ideales para cualquier interior, como la icónica silla Ghost.
Starck no solo diseña objetos; propone nuevas maneras de vivirlos. Sus creaciones nos recuerdan que el buen diseño puede estar en lo cotidiano, en la mesa, en la luz, en una silla que transforma el espacio. Tener una pieza de Starck en casa es abrazar la ironía, la creatividad y la elegancia que hacen que cada detalle marque la diferencia. Descubre este clásico contemporáneo en nuestras tiendas.