Casa Ladera es una celebración del diseño contemporáneo donde la estética, la funcionalidad y la vida cotidiana convergen en perfecta armonía. Concebida por la visión creativa de Victoria Plasencia, en estrecha colaboración con Casa Palacio, esta residencia encarna la sofisticación sin esfuerzo, donde cada elemento narra una historia de estilo y personalidad.
Desde el primer boceto, Plasencia buscó que la casa reflejara la esencia de sus habitantes: una familia de cuatro junto a dos perros llenos de carácter. La arquitectura fluye con naturalidad, con amplios ventanales que enmarcan el paisaje del campo de golf, mientras el paisajismo refuerza la conexión entre el interior y el exterior.


El papel de Casa Palacio fue de gran valor en este proceso; su asesoría personalizada enriqueció la visión de Plasencia , creando una colaboración clave en la curaduría de piezas. El interiorismo de Casa Ladera propone una elegancia moderna con una funcionalidad pensada a largo plazo. Plasencia apostó por piezas atemporales, evitando tendencias pasajeras en favor de materiales y acabados nobles a prueba del tiempo.


Firmas icónicas como Timothy Oulton, Glassisimo, Namuh, Herman Miller, The Maad Collection y Bontempi imprimen carácter a los espacios, no como meros acentos decorativos, sino como protagonistas de una gran narrativa visual . Los tapetes aportan calidez sin sacrificar practicidad, mientras que una obra del pintor mexicano Yuri Zatarain da la bienvenida en la entrada, estableciendo el tono de la residencia. Casa Ladera es la expresión de un lujo que va más allá de lo efímero: un hogar diseñado para vivirse, disfrutarse y trascender.


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Hay materiales que no pasan de moda, que cuentan historias sin palabras. El mármol es uno de ellos. Con sus vetas únicas y su tacto frío, invita a vivir rodeados de belleza natural, de piezas que respiran autenticidad.
En un mundo acelerado y digital, volver a lo noble es casi un acto de equilibrio. El mármol —piedra milenaria formada en las profundidades de la tierra— nos recuerda la importancia de lo esencial: lo que perdura, lo que no se fabrica en serie, lo que mejora con el tiempo.
Mesa Invictus de Timothy Oulton
Integrar mármol en el hogar no requiere grandes gestos. Una mesa lateral, una lámpara con base de piedra o un accesorio decorativo pueden transformar un espacio. Su presencia aporta calma, frescura y esa sensación de lujo silencioso que solo los materiales naturales transmiten.
Cada veta, cada tono, es irrepetible. Por eso, al elegir piezas con mármol, no solo decoramos: también conectamos con algo más profundo, con la materia viva del mundo.
Figura decorativa de piedra Byung C de Rasttro
En Casa Palacio, los objetos elaborados en mármol —mesas, bandejas, portavelas o lámparas— nos invitan a vivir con intención, rodeados de textura, historia y elegancia natural.
Escultura Monopoly de Arteriors
Jabonera de piedra de Aquanova
Dispensador de jabón de mármol de Andrea House
Porque el verdadero lujo no se impone: se siente.
Las mesas de comedor son el corazón de la vida en casa: donde se comparten charlas, risas, sobremesas y celebraciones que se recuerdan por siempre. En este contexto, las mesas de Timothy Oulton combinan funcionalidad, diseño meticuloso y materiales excepcionales, creando piezas que acompañan generaciones y se vuelven testigo de historias familiares. La marca inglesa, fundada por Timothy Oulton, refleja su pasión por la artesanía, el cuidado de los detalles y la excelencia en cada material, desde la madera recuperada hasta los mármoles más exclusivos. Los mismos principios se aplican a su línea completa de sofás, sillas, lámparas y otros muebles: un universo donde la herencia inglesa y el diseño meticuloso se entrelazan para crear piezas igualmente fascinantes y atemporales.
Entre sus diseños, la mesa de comedor Monastery se inspira en las antiguas mesas de monasterio: una base de roble recuperado de más de un siglo y cubiertas de mármol —negro, blanco o Bluemoon— con bordes cincelados a mano que aportan carácter y sofisticación. Sus variantes, Bluemoon con Side Saddle ySelenite Rect, amplían las posibilidades de combinación.


La mesa Invictus, con su roble centenario y tapa de mármol cincelada, transmite solidez y permanencia, mientras que la A-Frame reinterpreta el caballete clásico con un toque arquitectónico y líneas firmes que dan presencia a cualquier comedor.


La Iceberg sorprende con tres placas de vidrio texturizado flotando sobre un marco de acero, evocando bloques de hielo suspendidos, y la mesa Axel combina madera rescatada de antiguos barcos chinos con metal, revelando la fuerza del tiempo y el carácter único de cada pieza.
En Casa Palacio, estas mesas de Timothy Oulton invitan a crear espacios memorables donde el diseño, la historia y los encuentros se entrelazan en cada comida.
Bontempi Casa, una de las marcas más emblemáticas del diseño italiano, se distingue por crear piezas que van más allá de lo funcional para convertirse en expresiones de estilo y emoción. Un ejemplo claro es Yang, su línea de mesas auxiliares que combina versatilidad, diseño escultórico y materiales nobles y refinados.
Yang destaca por su estética geométrica perfectamente equilibrada: la base metálica, de forma cónica y elegante, sostiene un sobre circular que parece flotar con naturalidad. Disponible en tres medidas (60, 50 y 40 cm de diámetro), estas mesas pueden disponerse en conjunto o por separado, adaptándose a diferentes espacios y necesidades.
La colección ofrece una amplia gama de acabados personalizados tanto para la base como para la superficie, incluyendo versiones en cristal, cerámica o mármol, lo que permite jugar con texturas y colores para lograr ambientes únicos.
Más allá de su función, Yang aporta carácter y sofisticación, ya sea como mesa de centro, lateral o de acento junto a un sofá o sillón. Es un diseño que refleja la filosofía de Bontempi: crear piezas que hablen de innovación, elegancia y una sensibilidad estética atemporal.
Descubre Yang en Casa Palacio, donde el diseño contemporáneo se convierte en una experiencia tangible y personal.
En interiorismo, hay objetos que no solo cumplen una función, sino que capturan miradas, despiertan emociones y cuentan historias. Son las piezas protagonistas: muebles que, por su diseño, materiales o historia, se convierten en el corazón de un ambiente.
La clave para elegir uno está en encontrar un equilibrio entre estética y funcionalidad. Puede ser un sofá de líneas envolventes que invite a la conversación, una mesa de comedor con acabado artesanal que se convierta en el centro de reuniones familiares, o una cama de diseño icónico que transforme la recámara en un refugio personal.
En un espacio minimalista, una pieza protagonista aporta carácter sin saturar: imagina un sillón tapizado en un tono profundo o una lámpara escultórica que rompa la neutralidad. En un entorno clásico, un aparador de maderas nobles puede aportar calidez y anclar visualmente la estancia. Y en un interior contemporáneo, un mueble de silueta audaz y materiales mixtos genera contraste y dinamismo.
El truco está en dejar que esta pieza respire: rodearla de elementos más discretos para que destaque y permita que su historia se cuente sola. Después de todo, un mueble con alma no solo decora, sino que imprime personalidad al hogar y crea una conexión con quienes lo habitan.
En Casa Palacio, cada pieza icónica está pensada para convertirse en ese punto focal que transforma espacios y los hace memorables.