“Bola de musgo”, esta es la traducción de la palabra japonesa “kokedama”, una técnica artesanal de cultivo de plantas de ornato, hermana del bonsái, que sustituye la maceta por una esfera de musgo y tierra en la que pueden crecer una gran variedad de plantas. Se trata de una “maceta viva” que busca replicar un hábitat natural en miniatura. Entre las especies más populares para cultivar siguiendo la técnica kokedama, están los helechos, líquenes e incluso las plantas carnívoras. Para regarse, la esfera se sumerge en agua y se deja escurrir.
En cuanto a la decoración, el suplemento “S Moda” del diario El País sugiere usarlos para darle un toque verde a una decoración de estilo nórdico o minimalista; otros expertos sugieren colgar los kokedamas para crear un efecto inusual o bien, ya que la esfera es de musgo, añadirlos a una decoración navideña. ¿Necesitas ideas? A continuación algunas que te servirán de inspiración:
En el Museo del Palacio de Bellas Artes, la exposición La utopía inacabada celebra la trayectoria de Jorge González Camarena, uno de los grandes muralistas de la segunda generación mexicana. A través de más de cien obras, esta muestra invita a descubrir a un artista profundamente comprometido con su tiempo y con una paleta que hace vibrar el lienzo como si estuviera vivo.
Su mural Liberación (1963), encargado especialmente para el recinto, sirve como punto de partida para recorrer su universo plástico: idealismo postrevolucionario, formas dinámicas y un colorido audaz que se aleja del dramatismo para abrazar la esperanza.
Quizás no sea coincidencia que Jorge fuera hermano de Guillermo González Camarena, el inventor de la televisión a color. Si uno llevó los colores al mundo a través de la tecnología, el otro los imprimió con fuerza en los muros de nuestra memoria colectiva. Ambos imaginaron un México más brillante.
La utopía inacabada es una invitación a redescubrir a un artista que soñó en colores y cuya obra sigue dialogando con el presente. Visítala y déjate llevar por una visión que, aunque inconclusa, sigue encendiendo la imaginación.
Cuando la temporada de lluvias llega a la Ciudad de México, el ritmo se desacelera, el sonido del agua nos invita a la introspección y nuestro hogar se convierte en un verdadero refugio. ¿Qué mejor momento para diseñar un rincón pensado especialmente para disfrutar de los días grises con comodidad y estilo?
Un pequeño espacio acogedor, elegante y funcional donde puedas leer, tomar un té o simplemente ver llover. Aquí te compartimos las piezas clave para lograrlo:
Tu rincón necesita una pieza central: una butaca cómoda, idealmente de respaldo alto, con cojines suaves y un diseño envolvente. Opta por tapicerías en telas ricas como el terciopelo, la lana tejida o el bouclé, que aportan calidez visual y táctil.
Sofá Shaggy Motion de Timothy Oulton
Los días nublados necesitan un refuerzo cálido: opta por lámparas de piso o de sobremesa con pantallas de tela que filtren la luz suavemente. Las bases en mármol, cerámica o latón aportan un toque decorativo sin recargar.
Una manta decorativatambién puede transformar la estética de tu rincón, combínala con cojines decorativos en paletas neutras, tierra o tonos otoñales.
Cojín decorativo Black & White de Nataly Rodríguez
Necesitarás una superficie donde colocar tu taza de café, una vela o tu libro favorito. Las mesas laterales pequeñas, de formas orgánicas o materiales nobles como la madera maciza, mármol o metal, son ideales para este rincón.
Mesa Globetrekker de Timothy Oulton
Aprovecha la humedad del ambiente para realzar los aromas en casa. Un buen difusor de aceites esenciales, velas aromáticas o un portaincienso elegante ayudan a crear un ambiente sensorialmente envolvente.
Vela perfumada Rose de Durance
La lluvia es una oportunidad para reconectar con nuestro hogar. En Casa Palacio creemos que cada espacio puede contar una historia, y tu rincón de lluvia puede ser el comienzo de una nueva forma de vivir tus espacios. Visítanos para más ideas para este y otros rincones de tu hogar.
Al mirar una fotografía de Sebastião Salgado es difícil no detenerse. Sus imágenes tienen el poder de hablar sin palabras: capturan la belleza, la dureza y la dignidad de lo humano con una profundidad pocas veces vista. Tras su reciente fallecimiento, rendimos homenaje a uno de los grandes maestros de la fotografía documental y social.
Economista de formación y fotógrafo por destino, Salgado dedicó su vida a contar historias que necesitaban ser vistas. Historias de trabajadores, migrantes, comunidades olvidadas y paisajes en peligro. Su cámara fue su voz, y con ella defendió la humanidad, la memoria y la naturaleza.
Entre su legado, destaca Workers, un libro monumental que documenta con sensibilidad y respeto la vida laboral en minas, campos y fábricas de todo el mundo. Publicado en los años 90, sigue siendo hoy una obra imprescindible para comprender la transformación del trabajo en la era moderna. Un testimonio visual que honra la fuerza del esfuerzo humano y la poesía que se esconde en la rutina diaria.
En Casa Palacio celebramos su vida y su obra recomendando esta edición excepcional, que forma parte de nuestra selección. Porque algunos libros no solo se leen: se contemplan, se sienten, se recuerdan.
Adquiere Workers de Sebastião Salgado en nuestra selección de diseño y arte.
La Fundación Antoni Tàpies presenta Mis caminos son terrestres, la primera gran retrospectiva en Europa de Marta Palau (1934–2022), artista nacida en Lleida y formada en México, país que fue su hogar y centro de creación. Esta muestra es también un reconocimiento internacional a una figura clave del arte contemporáneo latinoamericano.
La obra de Palau se despliega en tapices, instalaciones textiles y dibujos que exploran temas como el exilio, el cuerpo, la tierra y la sanación. Su lenguaje, profundamente personal y simbólico, surge de su experiencia como migrante y de su conexión con técnicas artesanales ancestrales del continente americano.
Formada con el maestro textil Josep Grau-Garriga, supo unir tradición y vanguardia, creando piezas que hilan lo íntimo y lo colectivo. La tierra, en su obra, es cicatriz pero también refugio.
Coproducida con el MUAC (UNAM), la exposición viajará a México en otoño, reforzando el puente que Marta Palau tendió entre culturas.
En Casa Palacio celebramos esta exposición como una oportunidad para redescubrir a una creadora imprescindible, mexicana por adopción, cuya obra nos recuerda que el arte, como la tierra, guarda, transforma y da vida.