El día de ayer Casa Palacio recibió una visita muy especial: Erika Woelfel, Vicepresidenta del Departamento de Color de la marca de pinturas Behr, quien ofreció una plática en nuestra tienda de Antara dirigida a interioristas asociados e invitados especiales. El motivo de la charla fue presentarnos las tendencias de color para proyectos de interiorismo que veremos el próximo año.
Erika, quien cuenta con veinte años de experiencia trabajando con el color, nos explicó cómo surgen estas tendencias: se trata de un trabajo de investigación en la que los expertos de Behr analizan desde lo que ocurre en la música, el arte, las grandes ferias de mobiliario o la moda, hasta de lo que se habla en las redes sociales. Por ejemplo, Erika nos contó que: “El estilo de vida de los millennials está influyendo enormemente en nuestra oferta de colores…”, el resultado de este son veinte colores que serán tendencia el próximo año.
¿Y para 2016 qué viene? Behr propone cuatro grandes tendencias:
“Alto contraste”: consiste en utilizar colores oscuros (incluso en habitaciones pequeñas) y contrastarlos con inesperados acentos cromáticos. La paleta de color está conformada por negro, rosa mexicano, azul marino, verde y amarillo.
“Dimensiones lujosas”: en este caso el concepto es renovar decoraciones tradicionales aplicando detalles dorados y utilizando patrones geométricos. También se sugiere pintar franjas horizontales y grecas en la pared, ya sea en la parte superior, inferior o ambas en un color contrastante, esto hace que habitaciones estrechas se sientan más amplias. En esta tendencia los colores que imperan son: coral, azul intenso y gris.
“Límites difusos”: la intención es lograr un estilo de decoración moderno pero muy relajado, esto se logra utilizando los colores un tanto deslavados, así como combinaciones inesperadas. La paleta de color incluye los colores naranja, menta y morado.
“Vivienda lírica”: para aquellos más conservadores que no quieren arriesgarse con el color, Behr propone los colores neutros: blanco, gris y dorado. Lo interesante es que la marca sugiere usar tonos brillosos… ¡en el techo! Esto para lograr un efecto muy teatral y dramático.
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Cuando la Navidad llega a su fin, comienza una de las temporadas más esperadas del año: las Rebajas Casa Palacio. Un momento perfecto para detenerse, mirar el hogar con nuevos ojos y aprovechar oportunidades únicas para transformarlo.
Las vacaciones, el cambio de año y los nuevos propósitos nos invitan a replantear nuestros espacios. ¿Qué conservar?, ¿qué renovar?, ¿qué incorporar para vivir mejor el día a día? Las rebajas son la ocasión ideal para invertir en piezas que acompañen esta nueva etapa: mobiliario atemporal, iluminación que transforme ambientes, textiles que aporten calidez y objetos de diseño que marquen la diferencia. Porque en Casa Palacio lo sabemos bien: sabes que lo quieres.

Del 26 de diciembre de 2025 al 22 de enero de 2026, disfruta de hasta 40% de descuento en una cuidada selección, además de facilidades de pago como hasta 15 mensualidades sin intereses con Tarjeta Palacio y hasta 12 mensualidades sin intereses con tarjetas bancarias. El 25 de diciembre, las rebajas estarán disponibles exclusivamente en línea.
Además, los Clientes Palacio podrán acceder a días de cortesía del 26 al 28 de diciembre, con descuentos adicionales según su tarjeta: 10%, 15% o hasta 20%.
Visita nuestras tiendas o compra en línea y descubre la selección que nuestros interioristas han preparado para inspirar tu próximo comienzo.
Cama con dosel Xander de Four Hands
Sofá en piel Tribeca Tufted de Timothy Oulton
Silla Poêle en acero y madera de Philipe Starck para Alessi
Refrigerador French Door empotrable de Signature Kitchen Suite
Juego de edredón Kathryn de Ralph Lauren Home Collection
Televisor con transparencia de 77 pulgadas OLED de LG
La Navidad en casa tiene un ritmo distinto. Es el día en que los espacios se habitan sin prisa, cuando el hogar se convierte en refugio y escenario de momentos compartidos. Más que recibir, se trata de vivir la casa junto a quienes le dan sentido.
El 25 de diciembre invita a disfrutar cada rincón con calma. La sala se transforma en punto de encuentro: sillones cómodos, mantas suaves y una iluminación cálida crean el ambiente perfecto para largas conversaciones, risas espontáneas o simplemente estar juntos. Pequeños detalles —cojines, velas, aromas sutiles— aportan confort y refuerzan la sensación de hogar.
El comedor sigue siendo protagonista, aunque ahora desde la informalidad. Un desayuno extendido, una comida sin horarios estrictos, una mesa que se adapta al momento y no al protocolo. La Navidad también es permitir que la casa respire y se acomode a la vida que ocurre dentro de ella.

Los espacios íntimos cobran un valor especial. Un rincón de lectura compartido, música de fondo, juegos de mesa o fotografías familiares que despiertan recuerdos. Todo suma cuando el objetivo es estar presentes.
Vivir la Navidad en casa es reconocer que el verdadero lujo está en compartir el tiempo, en disfrutar los espacios tal como son y en llenarlos de significado. Cuando la casa se vive en familia, cada detalle se convierte en memoria.
La Navidad es, quizá, la celebración que mejor revela quiénes somos dentro de nuestra propia casa. Es cuando las familias se reúnen alrededor de una mesa que ya tiene su propio relato; cuando los aromas de invierno se mezclan con luces tenues y tejidos cálidos; cuando las elecciones que hacemos durante el año encuentran sentido: la vajilla que reservamos para las ocasiones especiales, el florero que siempre pide flores frescas, la manta suave que invita a sentarse un poco más cerca.
En Casa Palacio pensamos en esos momentos al elegir cada pieza que forma parte de nuestro universo. Valoramos la producción artesanal, la nobleza de los materiales, la belleza de un diseño que envejece bien. Creemos que un objeto bien hecho transforma la experiencia cotidiana y que, en Navidad, esa transformación se vuelve aún más evidente: una mesa sostenida por madera trabajada con paciencia, cristalería que atrapa la luz como si fuera un gesto poético, textiles que suman capas de calidez a un espacio que se vuelve refugio.
Esta temporada queremos celebrar contigo la importancia de vivir rodeados de armonía y significado. Elegir con intención es una forma de cuidado: hacia nosotros, hacia quienes amamos y hacia los espacios que compartimos. Cada pieza seleccionada —una vela artesanal, un juego de cubiertos balanceado, un sillón pensado para conversar sin prisa— acompaña la esencia de estas fechas.
Gracias por permitir que Casa Palacio sea parte de tu hogar y de tus rituales más íntimos.
Que esta Navidad sea una invitación a habitar la belleza, a compartirla y a construir recuerdos que iluminen el año que viene.
Trudon es una de las grandes joyas del savoir-faire francés. Fundada en 1643, la Maison comenzó como una pequeña tienda en la rue Saint-Honoré; con el tiempo, su dominio en el arte de trabajar la cera la llevó a convertirse en la única Royal Manufacture de velas en Francia. Desde entonces, la marca ha iluminado salones, cortes y espacios donde la belleza se entiende como una forma de vida.
Hoy, Trudon es reconocida mundialmente por la manera en que transforma lugares a través de la fragancia. Cada vela y difusor aromático es un pequeño universo narrativo: un viaje sensorial que se enciende con la llama.
Abd El Kader despliega la frescura vibrante de la menta y el té verde, llenando cualquier habitación de energía. Cire, emblema de la Maison, rinde homenaje a la cera de abeja con una calidez envolvente.


Cyrnos captura la elegancia solar del Mediterráneo entre lavanda, pino y cítricos; mientras que Ernesto evoca la profundidad del cuero, el tabaco y el ron, creando una atmósfera intensa y carismática.


Para quienes prefieren lo floral, Maduraï celebra el esplendor del jazmín del sur de India; Reggio, por su parte, ilumina con el brillo cítrico de la mandarina de Calabria.


Además de sus velas, los perfumes de Trudon revelan otra faceta de la Maison: fragancias construidas como relatos, inspiradas en paisajes, símbolos y personajes históricos. Son aromas que permanecen en la memoria y que convierten lo cotidiano en un gesto profundamente elegante.


La esencia de Trudon transforma los espacios. Y, en el proceso, nos recuerda que la verdadera sofisticación está en lo que logra conmover.